Charlie Moreno (Las Palmas de Gran Canaria, 1978) está considerado en la actualidad uno de los mejores bajistas del panorama musical español. Hoy, a partir de las 21:30 horas, protagonizará en el Lago Martiánez del Puerto de la Cruz el ciclo "Noches del lago". Allí presentará "Subway to Venus", su último disco. Charlie se llama en realidad Carlos, pero, asegura, "cuando era adolescente estaba en una banda y había dos Carlos. Como yo era el más pequeño me tuve que quedar con Charlie y hoy en día lo agradezco porque forma parte de mi personalidad". Moreno promete ofrecer al público de Tenerife, donde asegura haberse sentido siempre muy valorado, "un show de fusión entre funky y jazz, divertido y con ritmo que incitará a la gente a bailar en un concierto diferente".

¿Cómo son las canciones de este disco de sugerente título?

En primer lugar, quiero animar a la gente a que vaya al Lago y participe de una fiesta de la fusión de jazz y funky en la que habrá mucho ritmo, diversión e, incluso, momentos para bailar. El título del disco, el primero que he producido, alude a una canción de uno de mis grupos preferido, Red Hot Chilli Peppers, al que me apetecía homenajear. Hay mucha fusión, pero también flamenco, rumba o ritmos africanos. Aquí, además, tendré el apoyo de un grupo de músicos que considero una especie de "all stars" del jazz canario, un lujo. Además de alguna sorpresa añadida, estarán Kike Perdomo en el saxo, Yull Ballesteros, guitarra, a la batería Héctor Salazar, Víctor Galván, en la percusión, y Willy Muñoz, en los teclados.

¿Por qué se decantó por el bajo?

Tenía apenas once años cuando empecé a tocarlo. Escuchaba la música que ponían en la radio y el bajo tenía mucho protagonismo en las canciones de Police o Bob Marley. Siempre me atrajo y le di la lata a mis padres hasta que me compraron uno. So lo agradezco, aunque luego los fastidiara desde ese día hasta que me fui de casa porque es un instrumento que requiere muchas horas de ensayo.

Mantuvo una estrecha relación con el desaparecido José Antonio Ramos e incluso hay un tributo en "Subway to Venus" al timplista de Arteanara. ¿Cómo valora su figura?

Estuve cuatro años como bajista de la orquesta de José Antonio Ramos y él participó en mi primer disco. Teníamos una estrecha relación y su pérdida fue una tragedia para la música, para la cultura y para Canarias porque era su mejor embajador fuera. Quería rendirle un homenaje junto a su productor, Andreas Prittwitz, que también lo fue de mi primer disco. Grabamos para el nuevo trabajo este tema que compuse tras su muerte y siempre que lo toco se crea alrededor una atmósfera de emoción y sentimientos. Espero que la gente lo disfrute porque va por él.

¿Qué artistas le han influido a la hora de interpretar?

Quedarme con alguno me resulta complicado porque escucho todo tipo de música, sin etiquetas, siempre que me haga sentir algo. Pero como bajistas mencionaría a Jaco Pastorius, Víctor Wooten, Marcus Miller y Bootsy Collins. Luego me he fijado en gente como Herbie Hanckock, Steve Wonder, Jamiroquai o los Red Hot Chilli Peppers, que ya nombré.

Compone e interpreta. ¿Qué faceta le resulta más cómoda?

Compongo muchísimo para cada disco, entre treinta y cuarenta temas, y me encanta. Lo que más me gusta es tocar mis propias canciones, pero de vez en cuando también me agrada reinventar las de otros, pero siempre con mi toque personal. La única versión de este trabajo es un tema de Wayne Shorter, un músico que me encanta.

¿Cree que ha evolucionado musicalmente desde su formación autodidacta?

Soy autodidacta y muy joven todavía. Está claro que he cambiado respecto al comienzo cuando tenía solo once años, pero me queda todavía mucho por aprender. Si lo dice gente como Chick Corea, que lleva toda la vida en esto, cómo no voy a pensarlo yo.

Lleva mucho tiempo viviendo y trabajando fuera de Canarias. ¿Hay que salir de las Islas para ser profesional de la música?

Aquí veo una doble vertiente. Por un lado, se puede ser profesional de la música en Canarias porque yo ya lo era antes de marcharme. Por otra parte, si buscas la repercusión de tu trabajo, sí es preciso salir fuera de las Islas. En mi caso llevo diez años fuera, siete en Barcelona y antes tres en Madrid.

el dato

Lago Martiánez

HOY, 21:30h