El proyecto Patrival, en el que participan las dos universidades canarias y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), pretende animar a investigadores del campo de las humanidades a descubrir el inmenso patrimonio cultural que permanece oculto en las Islas y evaluar su posible uso social.

Así lo explicaron hoy en la presentación de este proyecto, uno de los nueve denominados "estructurantes" que promueve el ITC, su directora de Investigación, Andrea Brito, y el coordinador de la iniciativa, Alberto Darias, a su vez catedrático de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna.

Darias afirmó que Patrival pretende "rellenar ese campo que siempre queda por rellenar" de aspectos del patrimonio cultural canario "desde una perspectiva funcional, porque tendría que rendir", ya que no se trataría sólo de investigar, sino que hay que buscar la utilidad de esa investigación.

Así, aludió a la necesidad de que la actividad de un arqueólogo no se limite a la identificación, sino que también implique la divulgación de lo que investiga.

Agregó que la segunda parte del proyecto se centrará en evaluar las posibilidades que tiene cada una de las iniciativas que se presenten de "rendir un servicio a la sociedad".

Darias se refirió en este sentido al fomento del turismo cultural al que puede encaminarse la investigación que se desarrolle en el campo de las humanidades en Canarias, una alternativa con la que, dijo, puede buscarse un rendimiento a este conocimiento, como han hecho otros países europeos.

Además de animar a la población local a valorar lo que tiene, el turismo cultural contribuye a que el visitante, en lugar de destruir, aporte y además conozca en profundidad las principales características del lugar al que viaja, afirmó.

Por su parte, la directora de Investigación del ITC precisó que en su primer año este proyecto contará con un presupuesto de 130.000 euros que se destinarán, fundamentalmente, a decidir qué aspectos del patrimonio cultural canario se han de "poner en valor" para darle un uso social y estructurar las sinergias personales y materiales para llevar a cabo ese trabajo.

Subrayó que, si esa metodología "funciona, el proyecto saldrá adelante", pero advirtió de que, si "al final somos demasiado individualistas, seguiremos divirtiéndonos cada uno en nuestro metro cuadrado, pero con poco rendimiento".