En el transcurso de la sesión de ayer del curso de verano "El texto digital y el libro electrónico", que se está celebrando en San Lorenzo del Escorial (Madrid) el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, adelantó que "el libro electrónico y la piratería editorial acaban con muchos puestos de trabajo".
"El sector del libro en España está en un momento de clara inflexión que requiere de actuaciones legales. Además, con la piratería editorial nos jugamos cerca de cien mil empleos", explicó Blanco, quien también agregó que el principal problema de las nuevas tecnologías es que permiten "la fácil piratería", por lo que consideró que uno de los riesgos de la descarga de libros por internet será "romper el ecosistema de la industria editorial".
Ante ello, Rogelio Blanco matizó asimismo que "el Estado deberá estar alerta para darle protección al sector" y se mostró convencido de que "el libro impreso y el digital pueden convivir perfectamente durante muchos años".
Economía sostenible
El responsable del Ministerio de Cultura aludió al "compromiso" de la ministra Ángeles González-Sinde en la lucha contra la piratería y recordó que en la Ley de Economía Sostenible se incluyen medidas como el bloqueo de páginas web que den acceso a contenidos protegidos por derechos de autor.
No obstante, se ha puesto de manifiesto que el Gobierno no tiene mayoría en las Cortes para sacar adelante el proyecto legislativo y si no se hace una oposición responsable, "podemos cargarnos el sector", valoró.
Ante ello, dijo, el Estado deberá estar alerta para darle protección al sector y se ha mostrado convencido de que el libro impreso y el digital pueden convivir perfectamente durante muchos años.
Por su parte, el profesor titular de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Lucía Megías, quien inauguró la sesión, pintó un panorama un tanto desolador del libro digital en España, al considerar que grandes proyectos como las bases lingüísticas de la Real Academia de la Lengua o la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes trabajan "totalmente desvinculados de la universidad".
Entre los problemas a los que se enfrenta el texto digital citó la descoordinación institucional y la atomización de los distintos proyectos, totalmente inconexos unos con otros, y cuestionó que grandes empresas como la Fundación Telefónica den grandes sumas de dinero para investigación a centros que, como la Biblioteca Nacional, no tienen entre sus funciones la de la investigación.