Rompen en la noche los nubarrones negros,
son los rayos de la luna los que alumbran,
el paso de un Cristo roto se vislumbra
en medio del gentío que lleva al reo.
Si miro tu imagen, oh Cristo lagunero,
y pienso en tus dolores y en tu muerte,
lloro mi cobardía y mal me siento
pues soy culpable de tanto sufrimiento.
El mundo vive a espaldas todo esto,
no pensaron en un arrepentimiento
y miran a otro lado muy contentos.
Los valores heredados y olvidados
de sus mentes confunden sentimientos
aflorando en su entorno la impotencia.
Genaro