Tengo el firme convencimiento de que la fuerza de un partido político está en sus afiliados. Son las bases de Coalición Canaria las que sustentan firmemente nuestro partido. Son los afiliados a los que acudimos los que ostentamos un cargo público cada vez que toca poner en marcha una campaña. Son ellos nuestro vínculo de unión más firme y leal, los que nos transmiten y trasladan la información de los proyectos y programa de CC.

En Coalición Canaria, tras las elecciones generales del 2011, hicimos una profunda reflexión y autocrítica interna. En todas las islas nuestras bases coincidieron en dos errores que nos alejaban de nuestros votantes: el primero, y fundamental para la vida interna del partido, no escuchar a nuestros afiliados; de ellos es el partido y no de los cargos orgánicos o públicos en exclusiva. Y en segundo lugar, nos invitaron recuperar el pulso político en la calle, acercarnos nuevamente a la ciudadanía, al pueblo, donde radica el origen de CC.

Tras la celebración de los congresos nacionales, insulares y la celebración de las asambleas locales, aprobamos corregir esos dos errores. En Tenerife se han celebrado asambleas insulares; por primera vez las bases, cada uno en su comité, pudo tomar parte en la elección de nuestros candidatos a la presidencia del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso, y a su candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo.

Pero algo que siempre hemos hecho los afiliados a nivel local es elegir a nuestro candidato a la alcaldía y a concejales. Es en esta última verdad en la que sustento mi siguiente reflexión.

Si fueron los afiliados y afiliadas de Puerto de la Cruz los que depositaron en mí su confianza para liderar la candidatura a las elecciones locales pasadas, y fueron ellos los que trabajaron y trabajan a pie de calle en nuestra ciudad: ¿no son ellos los que tienen el conocimiento de nuestra ciudad y el derecho a decidir con quién pactar?

Por ello considero que no he sido indisciplinada, ni lo soy, a la hora de escuchar a quienes confiaron en mí para encabezar la lista. Es más, pienso y creo firmemente que desoyendo a mis compañeros del Puerto es cuando hubiese sido indisciplina, puesto que a ellos me debo en primera instancia si acatamos los acuerdos congresuales.

¿Dónde está por tanto la indisciplina? En mi opinión, y hoy por hoy, en aquellos que habiendo sido elegidos por los afiliados de todas las islas en el Congreso Nacional para representarnos orgánicamente, tomaron una decisión sin escuchar antes a quienes los elegimos, y cumplir el sentir y el acuerdo de todos: recuperar la calle y dar mayor participación a los afiliados de base.

Un representante en la CEN o en el CPN de la isla de Tenerife representa a todos los afiliados de nuestra isla y no a sí mismo, y para tomar una decisión que afecte a todos los municipios debió escuchar a los afiliados de Tenerife, y no olvidemos que en ningún momento se pulsó la opinión de la idoneidad o no de los pactos en cascada. Esta forma de actuar e imponer ¿puede ser considerada indisciplina?, ¿deslealtad?

Por mucho que en los estatutos la competencia de los acuerdos de pactos resida en la CEN, esto no presupone obviar a las islas, a los comités locales, y sobre todo, a las bases de nuestro partido, quienes designaron a los que hoy ostentan los distintos cargos orgánicos, nacionales, insulares y locales de CC.

Formé parte de la primera Mesa Nacional de Jóvenes de CC, vi nacer y crecer este partido. He formado parte de muchos órganos de partido, lo que ha sido un honor y orgullo. He formado parte de los errores y de los aciertos de nuestra formación política. He defendido lo que muchas veces ha sido difícil de defender, decisiones que se adoptaban sin escuchar el clamor de los canarios y de nuestros afiliados.

No seré yo quien, fuera de los órganos de discusión, alimente la discrepancia e incluso la falta de respeto hacia compañeros que sí lo han hecho a los afiliados y concejales de CC en Puerto de la Cruz, compañeros que se han permitido el lujo de hacer afirmaciones públicas, dejando patente su total desconocimiento de lo que sucedió o sucede en el Puerto de la Cruz.

Por todo ello, creo que no estoy siendo indisciplinada si escucho a quienes confiaron en mí en los peores momentos de la historia de CC en el Puerto de la Cruz y en Canarias, para encabezar la lista a la alcaldía.

Es momento para que otros, que tomaron e impusieron pactos en cascada sin escuchar a los afiliados, a los que representan, reflexionen y no desoigan lo que las bases están gritando: no imposiciones, no cambio de cromos, que trabajemos juntos por Canarias para retomar un proyecto nacionalista que escuche a sus bases, y sobre todo a los canarios.

Pase lo que pase, quiero dejar claro que creo en este proyecto, soy y siempre seré de Coalición Canaria. Siempre seré nacionalista.

*Secretaria general de CC en Puerto de la Cruz