Hasta veinticinco familias están durmiendo a la intemperie, en el término municipal de Candelaria, por lo que parece una incompetencia política de su alcaldesa. A ella la llaman Mary. Tras una resolución judicial que quiere evitar una futura desgracia por derrumbamiento, se produce un desalojo vecinal llevado a cabo deprisa y a la patada. Y la gente tiene su dignidad. Esto me lo cuentan los vecinos, que desde el pasado día veintiocho duermen en una especie de caseta de campaña donde comen, se abrigan y orinan como pueden.

Algunos en Candelaria entendían que el desalojo podía hacerse de otro modo. En concreto, dos concejales de CC, como Vaitiare Rodríguez y Romén Mantecón, a los que la alcaldesa Mary echó como agua sucia quitándoles las competencias y su sueldo. Sólo por disentir. Y es que imponer una manera de pensamiento vertical es lo que ocurre cuando se le da algo de poder a un talibán político, y supongo que en este caso la socialista Mary lo es. Al menos, para los vecinos que hablan por mi boca.

Hoy, en un caso similar de desalojo de viviendas, como puede ser el que ha tenido lugar en Punta Brava, en El Puerto de la Cruz, se pone de manifiesto el tacto y la humanidad de la corporación de Lope Afonso en contraposición con la de la alcaldesa Mary. Tanto es así, que los maltratados vecinos de Candelaria quieren ir al próximo pleno portuense, únicamente, a aplaudir.

@JC_Alberto