Hago una aclaración desde el principio: el título de esta reflexión, a raíz de los atentados yihadistas en París, de noviembre de este año 2015, lo tomo, con su interrogante, del estudio académico de Dalmacio Negro, en la revista "Razón Española", número 189, enero-febrero de 2015.

El artículo, aunque en interrogante, lo dice todo. No es una mera intuición. Parte de una literatura muy actual. Ni siquiera cita a Spengler, cuando este, ante el fin de las civilizaciones, acudía a un pelotón de soldados. Los dos libros que cita al comienzo, el de Steingart, "El fin de la normalidad", y el de Alfer Weber, "Despedida de la vida temporal", coinciden en advertir un tiempo nuevo para Europa. Con la diferencia de que el primero se presente como "adiós con despedida dentro de la normalidad". Mientras que el segundo es un adiós a estilo de las esquelas o de obituario. Aunque coincido con Negro de que el final en la historia es en todo caso un comienzo.

Desde luego, el espíritu del tiempo y de la historia tienen una vida más larga que los productos "materiales", aunque se presenten o se den como trágicos o anormales. El mismo Negro hace un análisis de los más recientes y espectaculares: desde el 11 de septiembre de 2011, en Nueva York, pasando por las rebeliones en Túnez, Libia, Egipto, y la movilización del Islam.

De este último término habría que partir ahora para denominar lo sucedido en París, el 13N; o en el avión ruso abatido en Egipto, etc. Lo que nos acercaría a los tiempos revueltos y de los bárbaros de Toynbee, aunque dentro de pueblos civilizados.

Sería algo por nosotros anotar algunas reflexiones, como posibles causas de este "golpe de Estado", que ha tenido un efecto no sólo europeo. A diferencia de otros que no lo han sido tanto, como nuestro 14M, cuyas explicaciones han sido rácanas (¡el Gobierno miente!). Ya Juan Pablo II, antes de ser canonizado, lanzó la idea "Europa, sé tú misma". La unificación política, mezclada con una emigración tumultuaria, la alianza de civilizaciones de la que tanto presumió Zapatero, las crisis de los sistemas o subsistemas económicos o financieros. Se ha atendido también, o además, a la calificación de "guerra", lo que ha servido para que los franceses hayan promovido una modificación de la Constitución a los efectos de una participación en la "guerra" -lo que me ha hecho recordar el artículo 8 de nuestra Constitución, al hablar de la misión de las Fuerzas Armadas de defensa del orden constitucional.

*Académico