El logro de un sistema de movilidad sostenible para la ciudad es uno de los objetivos que se traza el Plan Estratégico de Santa Cruz de Tenerife, abierto a la participación pública durante los últimos meses. En dicha línea, la mejora de la red de transporte público, a través de la diversificación, una mejor coordinación y el aumento efectivo de la oferta, supone una de sus acciones prioritarias. Con idéntico propósito, el Plan de Movilidad Urbana Sostenible fija en el transporte público, asimismo, una de las directrices que conforman el modelo a seguir en los próximos 10 o 15 años, junto con el peatón, la disminución de la dependencia del automóvil, los aparcamientos, la mejora de la carga y descarga y la creación de viales más transitables.

En consonancia con lo señalado en ambos documentos, esta semana hemos dado a conocer el acuerdo para la adquisición de 19 guaguas con las que renovaremos la flota de vehículos destinados al servicio urbano. Se trata en todos los casos de unidades de última generación, totalmente accesibles y medioambientalmente sostenibles, que vendrán a sustituir aquellas otras más deterioradas, con lo que esto supone también en términos de puntualidad. Porque hay que reconocer que uno de los factores que refuerzan la confianza de la ciudadanía en este sistema de transporte pasa de manera inexcusable por el cumplimiento de los horarios y frecuencias establecidos. De ahí que nos hayamos propuesto la reducción de la media de los vehículos en funcionamiento en nuestra capital.

La adquisición de estas guaguas va a suponer para el Ayuntamiento una inversión de 4,3 millones de euros, en consonancia con la política que nos hemos impuesto: favorecer el desarrollo económico en Santa Cruz. Porque una vez rebajada la deuda municipal, que en dos años ha pasado de 140 a 80 millones de euros, con un Consistorio más moderno y saneado, estamos en condiciones de afrontar una actuación más expansiva. Dejamos atrás una deuda grande y cara, que llegó a asfixiar la economía municipal, y hoy pagamos menos intereses, en plazos más cómodos. De ahí que también estemos en condiciones de reducir impuestos y tasas, como precisaremos en las próximas semanas, lo que aliviará el bolsillo de los santacruceros e incentivará la reactivación por parte de las empresas y la generación de empleo.

Esta operación presenta una particularidad añadida, al realizarse mediante un modelo de alquiler, que conlleva la renovación de las guaguas cada siete años. Hablamos de un acuerdo de gestión pionero entre las empresas públicas de transporte regular de pasajeros, como es el caso de TITSA, con la que tenemos establecido un contrato programa, que permite reducir el endeudamiento financiero a largo plazo, así como la reposición de la flota de vehículos. La definición de este modelo no ha resultado sencilla, debido a las reticencias que mostraban la Administración del Estado y los bancos ante el cambio de concepto: alquiler por compra. Sin embargo, una vez entendidas las bondades del sistema, empresas de transporte metropolitano como las de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia siguen esta misma pauta.

La incorporación de estas 19 unidades habrá de producirse en el primer trimestre de 2015. Será entonces cuando los usuarios de este transporte público puedan disfrutar de las mejoras introducidas en los nuevos modelos, igual que en las siguientes remesas, con una especial atención por parte de las personas con discapacidades funcionales o sensoriales, a tenor de las particularidades que reúnen. Lejos de tratarse de algo casual, su materialización responde al compromiso preferente que hemos adquirido con los representantes de este colectivo, con la elaboración de la ordenanza municipal en materia de accesibilidad universal, que pretende regular y favorecer los derechos de las personas con discapacidad para la supresión de barreras físicas y de la comunicación.

Como también se indica en el Plan Estratégico, Santa Cruz se debe unir a las ciudades más importantes del mundo, que han apostado por integrar la movilidad con el desarrollo y el cuidado del medio ambiente. De ahí que este tipo de políticas deban llevar implícitas una dimensión ambiental y otra de mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, favoreciendo su capacidad real de desplazarse en condiciones adecuadas. Es lo que pretendemos con mejoras como las expuestas, en este caso para las guaguas, en combinación con el tranvía y el taxi, capaz de garantizar un sistema moderno y eficaz, que proporcione un servicio puntual y cómodo.