1.- Estábamos en Mallorca, en un partido entre el Mallorca y el CD Tenerife, creo que de Copa. Perdimos, me parece. Y en esto que rez, paz descanse, me dice que al día siguiente viajaba a Milán, con su vicepresidente, Adelardo de la Calle, paz descanse también, a visitar a Galliani y las instalaciones del Milan, en Milanello. Nos faltó tiempo a mi amigo Paco Medina y a mí para unirnos a la expedición. Sacamos los billetes desde allí mismo, por teléfono, y los cuatro enfilamos hacia la ciudad italiana, creo que vía Roma, en un vuelo de "Alitalia". El Tenerife militaba en Primera División, era el club de moda. Me parece que era Valdano su entrenador, por cierto también el técnico de moda. Llegamos a Milan y Adelardo se intoxicó con un steak tártaro. Los dos éramos coleccionistas de plumas "Mont Blanc" y él una gran persona. Si no recuerdo mal, nos alojamos en el "Hilton". Todavía conservo las fotos parándole un penalti a Javier en una de las porterías de San Siro. Fuimos recibidos en la sede del equipo de Berlusconi y atendidos de maravilla por el personal del Milan. Me acuerdo que Van Basten, al que conocí en el entrenamiento de Milanello, me regaló una camiseta firmada por él, que le traje a mi sobrino.

2.- Entrenaba al Milan Fabio Capello, luego preparador del Real Madrid, dos veces. Y en Milanello saludamos al entonces seleccionador, Árrigo Sacchi, que andaba por allí. De ese viaje salió mi libro "Tenerife, adelante", que patrocinó el club, casi idéntico a otro que había editado el Milan. Litografía Romero hizo que los libros se parecieran como dos gotas de agua. Hoy son muy difíciles de encontrar estos ejemplares, aunque alguno he visto en el rastro de Santa Cruz. Saludamos a Galliani en la sede del Milan y Javier y Lalo de la Calle mantuvieron una entrevista con el dirigente italiano. Berlusconi no estaba.

3.- Un paseo por las Galerías Víctor Manuel, un recorrido por Milán, a donde volví más tarde. Pero aquel viaje imprevisto para cosas del fútbol me estaba haciendo pensar hoy qué fácil era todo en una época determinada de mi vida, en la que no se me ponía nada por delante. Quería hacer una cosa y la hacía, casi sin pensar. De aquel periplo y de aquella visita salió la posterior organización administrativa y deportiva del CD Tenerife, de la que fui testigo. Recuerdo mucho a Javier, que era mi amigo. Qué pena.

achaves@radioranilla.com