Anda estos días Juan José Cardona, alcaldísimo de Las Palmas, intentando por todos los medios que Repsol instale su base logística para las prospecciones en "la capitá". Sabido es que Mario Cabrera, Pedro San Ginés y un puñado de alcaldes majoreros y conejeros, a los que les importa un carajo la generación de empleo en sus islas porque ellos tienen asegurados los garbanzos -y algo más-, se oponen cerrilmente a que una empresa "goda" y presidida por un "godo" cree riqueza en un archipiélago al que no le falta nada; ni siquiera parados, pues para eso tenemos a casi 400.000. Lo de empresa "presidida por un godo" no es frase mía; se la oí anteayer a un señor que hasta la semana pasada estaba a favor de los sondeos y en contra de Rivero por oponerse a ellos. Bien es cierto -lo apuntó Ortega- que uno no es solo uno mismo, sino también sus circunstancias.

Le deseo éxito a Cardona en su afán por conseguir inversiones porque se merece lo mejor para su ciudad. Durante décadas -algo así como 37 años- he defendido la importancia de Tenerife en el contexto regional. Sigo pensando de la misma forma, pero ha llegado el momento de rendirme a la evidencia. Es imposible que una sociedad decimonónica, arcaica, de apellidos y pedigrí -¿y tú de quién eres? es lo primero que le preguntan a cualquiera cuando entra en una casa patricia de Santa Cruz o La Laguna- compita con otra sociedad dinámica, conseguidora en vez de conservadora -aunque si hace falta, muy conservadora; lo que se tercie- y dispuesta a la unidad por encima de cualquier consideración partidista cuando se trata de lograr lo mejor para su isla.

No es este el lamento propio de un lunes por la mañana, sino la imprescindible reflexión sobre una nota de prensa que me llegó el viernes por la tarde, de la que transcribo su párrafo esencial: "La portavoz del PP en el yuntamiento de Santa Cruz, Cristina Tavío, junto a varios miembros del Grupo Municipal, han comenzado las visitas a los grupos del Carnaval estrenando las mismas y manteniendo reuniones con la murga Ni Pico Ni Corto, Las Burlonas y los Guachipanduzy. En las visitas realizadas, el grupo popular destacó el ''buen ambiente de los grupos del Carnaval y la enorme dedicación y talento que atesoran los mismos, que les hacen ser las verdaderas almas de esta fiesta'', comentó la portavoz popular". Claro que sí, futura alcaldesa; así se hace patria.

lguien me objetará que el Carnaval también proporciona trabajo a mucha gente. Cierto, pero es una ocupación hueca. Una actividad económica cerrada en sí misma que no genera riqueza. Ni siquiera sirve como promoción turística porque los carnavales a día de hoy se celebran en todo el mundo. Y los de Tenerife no son, ni muchísimo menos, los mejores del planeta. Una discusión, sea como fuese, en la que prefiero no entrar porque no merece la pena.

mí me gustaría ver a Cristina Tavío de alcaldesa santacrucera, tal vez porque no soy vecino de Santa Cruz. Visto lo que hay, lo mejor es que vaya aprendiendo a decir "landó", en vez de "las dos", y me mande a mudar para la isla de enfrente. unque no creo que me quieran mucho por aquellos alrededores.

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