1.- En estos días, cuando escarbo en los restos de mi propio naufragio, he hallado entre ellos una Historia de España enmendada y añadida por el jesuita , de 1669, escrita en honor del eminentísimo señor cardenal, primado de las Españas, don Pascual de Aragón, que fue virrey de Nápoles por encargo de Felipe IV. Tomo que vendía en su casa don Juan Antonio Bonet, mercader de libros, frente a las gradas de San Felipe. No me pregunten dónde estaban las gradas de San Felipe. El autor dedica un prólogo a Felipe III, que en el año de edición del tomo de esta Historia de España ya había fallecido, en 1621. He telefoneado a un amigo, especialista en historia y en libros de historia, que sólo me ha dicho: "No se te ocurra desprenderte de este ejemplar". Y no lo haré, entre otras cosas porque ese libro debió de pertenecer a un viejo miembro de mi familia, puede que a mi tatarabuelo Andrés, que era un buen lector. Pero, con las mudanzas (ya saben que me he mudado más veces que Juan Ramón Jiménez), pues apareció en una caja y, por lazos del demonio, el ejemplar saltó hasta mi despacho.

2.- Yo no soy un estudioso de la historia, aunque me gusta ahondar en sus curiosidades. Si tuviera la capacidad de síntesis de Pierre Vilar habría sido historiador. Vilar escribió una Historia de España que es un modelo de síntesis y que ha sido manejada por innumerables lectores y estudiosos del asunto, en sus múltiples ediciones. Aún pueden pedirla en cualquier librería. Es fantástica y muy barata. Y con ella pueden ustedes leer, en un par de días, todo lo que ha ocurrido en España desde los orígenes. Se la recomiendo con mucho interés. Volviendo al libro hallado, y en buen estado de conservación, le pregunto a mi amigo -materialista que soy- por su precio. "Esas cosas no tienen precio", me dice, "pero se la puedes llevar a cualquier mercader de libros (usó la denominación del oficio de don Juan Antonio Bonet) y él te tasará el volumen".

3.- El libro es tan viejo que me da apuro pasar sus páginas, increíblemente bien conservadas. Parece como si nadie hubiera osado poner sus manos sobre él. No ahondo en el contenido, por otra parte la propia realidad de unos pocos años concretos del devenir de España. Felipe III "el Piadoso" fue un rey que heredó una gran España que empezaba a perderse. Y Felipe IV murió en 1665, por lo que la licencia para editar el libro la tuvo que dar la reina gobernadora, supongo que su segunda esposa Mariana de Austria, hasta la mayoría de edad de su hijo, Carlos II, "el Hechizado". Un desastre de rey.

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