El Consejo de Ministros reunido el pasado día 17 aprobó el anteproyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Una polémica reforma que pasará al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva criticada por los nacionalistas catalanes, vascos y por las comunidades gobernadas por el PSOE,

Veamos. Hasta ahora, en democracia, las leyes educativas aprobadas por el PSOE cuando gobernó han resultado un verdadero fracaso. Han sido leyes muy permisivas con el alumnado en las que no se ha impulsado ni valorado el esfuerzo y sí la tolerancia. Consecuencia de ello, ha sido el enorme fracaso escolar y el abandono de la escuela sin haber culminado la formación pretendida. ¿Y qué ocurre ahora? Pues que en vista de los desastrosos resultados escolares de los jóvenes, el Gobierno del PP quiere corregir esta situación con una nueva reforma educativa, a la que, ¡cómo no!, se opone el PSOE. Y yo pregunto: ¿no le basta a este partido haber logrado que el abandono escolar de los jóvenes haya llegado al 25%, el doble de los países de la OCDE, y que el paro juvenil llegue al 57%? ¿Por qué se resiste a que este Gobierno, al menos, intente corregir este desastre? Porque peor no lo va a hacer.

Cada vez que cambia un partido en el Gobierno de España se cambia la ley de educación porque al nuevo presidente no le vale la ley anterior. El consenso, que debería ser una realidad y que es común en otros países, aquí brilla por su ausencia. ¿Tan difícil es sentar las bases comunes para educar a los hijos? ¿Tan increíble es ponerse de acuerdo a la hora de evaluar una ley cuando los principales líderes nacionales llevan a sus hijos a los mismos colegios? ¿No piensan en esos niños que caminan por criterios dispares a lo largo de su vida escolar y en esos padres que compran y compran libros? Parece ser que no, porque la educación se ha convertido en una nueva batalla ideológica. No es de extrañar que en España haya habido ya siete leyes educativas en 37 años y ¡18 ministros de Educación! ¿Ha mejorado sustancialmente la formación escolar con tanta reforma? No. ¿Ha disminuido el fracaso escolar? Tampoco.

De todos los sistemas educativos habidos en España, la LOGSE y su derivada la LOE han sido las que han condenado al fracaso a muchísimos jóvenes. Las que facilitan el aprobado automático porque se promociona "por imperativo legal". Esta ha sido la norma para enmascarar el fracaso escolar. De acuerdo con este dislate, todo estudiante ha tenido garantizado el aprobado en las disciplinas escolares, convirtiendo a un buen número de ellos en analfabetos funcionales. Suspender a un alumno o hacerle repetir curso no ha sido la norma.

La LOMCE pretende corregir el desastre de la educación en España, rompiendo con los errores de la LOGSE y la LOE socialistas. Su justificación se basa en cuatro aspectos: los pobres resultados de la evaluación PISA; el abandono temprano de los estudios; la inexistencia de una formación profesional abierta al mercado laboral y el desprecio de la búsqueda de la excelencia.

Resulta incomprensible que quienes protestan contra la LOMCE no quieran modificar un modelo educativo fracasado. Esta no es una ley que se saca el PP de la manga para cambiar, sin más, la ley existente actualmente, sino que responde al clamor de muchos padres y docentes para que mejore la calidad educativa. Me gustaría que sus detractores explicaran dónde están las bondades del actual sistema educativo en el que tanto dinero se ha invertido y tan escasos resultados se han obtenido.

La educación es el motor que promueve el nivel de prosperidad de un país.