En las últimas semanas hemos tenido el alto honor de poder representar al Senado de España en el Comité de Desarrollo Regional de la Unión Europea donde se definen las políticas de cohesión, con una intensa agenda en coordinación con las direcciones nacional y regional del Partido Popular.

Presidida por Danuta Hübner, la comisión se ha centrado principalmente en debatir un marco estratégico común y colaboración en el contexto de la futura política de cohesión, cuyas conclusiones marcarán la hoja de ruta durante el periodo 2014-2020.

Con ella, y con el presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea, el español Luis Valcárcel, tratamos igualmente las especificidades de Canarias por su condición de región ultraperiférica. Un encuentro muy fructífero donde planteamos que Canarias, dadas sus circunstancias, no debería verse afectada por posibles recortes en la financiación comunitaria de cara al periodo 2014-2020.

La única referencia de nación -concepto económico de primer orden- en que creemos es la que jurídicamente identifica a España, país al que pertenecemos, y en cuyo futuro estamos implicados, siempre dentro de Europa. Como la mayoría de los canarios, entendemos que las soluciones a los grandes problemas de las Islas son nacionales y europeas, no nacionalistas. Es la realidad, y es bueno que así sea.

Con este ánimo, en el calendario de reuniones que hemos mantenido en Bruselas hemos contado con el asesoramiento y respaldo de nuestro eurodiputado Gabriel Mato, presidente de la Comisión de Pesca, cuya presencia en la Unión Europea es un verdadero lujo para las Islas y para España.

Pudimos mantener encuentros con Daniel Calleja, director general de Industria de la Comisión Europea, con el embajador de España en Bélgica, Ignacio Matellanes, y su adjunto Emilio Lorenzo Serra, canario y amigo personal. También con miembros del Comité de Representantes Permanentes ante la Unión Europea, y con José Miguel Luengo, director de la Oficina de Canarias.

Nos entrevistamos también con el ponente del informe sobre las Redes Transeuropeas de Transporte, el griego Georgios Koumoutsakos, con quien convenimos en que la pertenencia a la Unión ha beneficiado a nuestros transportes y conectividad, pero también a nuestras obras públicas e infraestructuras, a nuestro sector agrario y pesquero y a nuestra Universidad, por solo citar algunos ejemplos.

Ya desde la misma entrada de España en la Unión Europea, en el año 1986, hemos tenido que trabajar muy duramente para que se entendiera la complejidad de las Islas. Han de modularse las distintas políticas con el fin de garantizar nuestra cohesión y convergencia con el resto del continente.

Tras una dura negociación, Bruselas reconoce desde 1999 la existencia de regiones ultraperiféricas (RUP) como realidades geográficas y económicas merecedoras de trato diferenciado. Para el Archipiélago, las circunstancias inherentes a nuestra lejanía e insularidad no dejan de constituir desventajas para nuestro desarrollo armónico, que han de minimizarse a través de programas específicos.

Tal vez por ello, en las Islas somos más conscientes que en ninguna otra zona de España de la importancia de pertenecer a la Unión Europea y de tener bien claros los objetivos y políticas en que se va a incidir, y su marco espacial, marcando periodos plurianuales de actuación.

De hecho, en su estudio del año 2008, que fijaba nuestras prioridades para el periodo 2007-2013, la Comisión Europea introdujo un importante cambio en su consideración hacia las Islas. Somos una oportunidad para Europa.

Ahora que trabajamos con la mirada puesta en el llamado Horizonte 2020, que marcará las nuevas perspectivas financieras del continente, habremos de velar desde el consenso por lograr la mejor posición posible.

La revisión de los instrumentos que han favorecido nuestra convergencia con Europa, que se sustancian en programas como el POSEI -ya garantizado e incluso ampliado- y en nuestra participación en otras acciones como el Feader o el FSE, requerirán del Gobierno de Canarias una postura flexible y abierta al consenso, pero muy especialmente de colaboración con el Gobierno de España.

La propuesta de presupuestos para el periodo 2014-2020, formulada por el presidente del Consejo Europeo, Eric van Rompuy, considerada inaceptable por nuestro presidente, Mariano Rajoy, contempla una reducción presupuestaria de 75.000 millones de euros sobre las cuentas previstas por el presidente de la Comisión Europea, el portugués Durao Barroso.

Después de un primer acercamiento, sin éxito, de los 27 a las cuentas comunitarias en la cumbre europea de la pasada semana, la posición de España a favor de preservar nuestro nivel de ayudas ha sido clara. De hecho, Mariano Rajoy ha tenido muy presentes los fondos de cohesión, al sector agrario y las partidas específicas para la ultraperiferia.

Es patente el interés del Gobierno de España por garantizar la sostenibilidad, pero también la credibilidad de todo el sistema. Por ello, resulta esencial que adoptemos desde Canarias una actitud proactiva para lograr todos nuestros objetivos desde la unidad: la de las Islas entre sí, pero también la de nuestra comunidad autónoma con el conjunto del Estado y la Unión Europea. Esta simbiosis nos aporta valor añadido y, ante todo, no es excluyente.

Hemos de participar de todo lo que sucede en un mundo globalizado, en lugar de mirar con recelo al que viene de fuera porque es el enemigo. La cortedad de miras que esto implica no contribuirá a que podamos salir de esta terrible crisis, que ninguna región de Europa podrá afrontar por sí sola.

El consenso y el diálogo se hacen más necesarios que nunca, con el fin de que las Islas mantengan su destacada posición dentro del Presupuesto y las políticas comunitarias. Hemos de seguir caminando unidos, trabajando dentro de España y de Europa, puesto que valemos mucho más juntos que separados. Los protagonismos individuales no conducen a nada. Dejar experimentos localistas que solo conducen al cortoplacismo y la confrontación, alejándonos de la lucha partidista, y con acuerdos de todas las fuerzas políticas para defender nuestros intereses.

Creemos que solo trabajando con esta premisa transmitimos la confianza necesaria al exterior, y ganamos en competitividad y eficacia. La historia demuestra que avanzamos mucho más cuando caminamos juntos. No se es más canario por decirlo, sino por serlo y demostrarlo, siempre dentro de España y en Europa.

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