EL SEÑOR presidente del Gobierno de Canarias, don Paulino Rivero, trata de tomarnos el pelo a los desdichados ciudadanos de estas islas cuando afirma públicamente en las páginas de este periódico, en su número del jueves 22 de noviembre, que el recorte que piensa llevar a cabo en el Ejecutivo que malgobierna se reduce solo a siete de ciento cinco altos cargos que desempeñan esta función actualmente. Pero, como la gente no es boba, porque Rivero no ha conseguido que su bobería para los asuntos políticos se contagie a todo el pueblo, eso podría ser positivo si los consejeros fueran todos lumbreras, pero son lo que en el campo llaman "troncos", en cuanto a inteligencia y formación, excepto algún espabilado que sepa las siete reglas pero ni una más. El señor Rivero posee lo que en el Ejército llamaban "el batallón de los torpes", que eso ya no se lleva porque hasta los antiguos "quintos" eran más listos que los políticos de hoy, especialmente los de CC.

El señor presidente, echándoselas de sabiondo y dicharachero, dice: "Si en 2013 habrá un siete por ciento menos de gastos -que no sé de dónde sacó ese cálculo de matemáticas superiores-, nos sobra la misma proporción de altos cargos". Tampoco sé a qué viene su chorrada de pedir a Fomento que se active la obligación de servicio público entre Canarias y la Península que nos coloniza, que tampoco debe saber mucho Rivero de reglamento de colonización.

El proyecto de esos supuestamente loquinarios presupuestos, porque no encuentro mejor calificación, ya debió ser entregado porque estaba previsto hacerlo el viernes, que ya pasó, y, de momento, no ha habido reacciones. Será, me figuro, porque los señores ministros de andar por casa están preocupados por que Canarias supera en 137 días el tiempo medio de espera para obtener un diagnóstico médico, me supongo que en un centro de la sanidad pública, porque el mismo viernes este periódico abría su primera página con el título "Sanidad desespera a los canarios". Aunque el título inferior da la buena noticia de que las pensiones subirán según el IPC del mes de noviembre, que eso hay que verlo porque no es costumbre del Ejecutivo del señor Rivero anunciar cosas buenas para el pueblo. Pero una vez es la primera y, como dicen en el campo, que el Gobierno "no pierda las mañas".