SÉ POSITIVAMENTE, porque conozco la reacción que suele tener esta clase de personas, que el actual primer teniente de alcalde y portavoz del grupo socialista del Ayuntamiento de La Laguna, Javier Abreu, no me agradecerá que anuncie que se propone ceder el importe íntegro de su paga extra de la próxima Navidad a la congregación de los Hermanos de Belén, que es un colectivo asentado desde hace décadas en el municipio lagunero y que emplea sus recursos económicos en prestar la atención que necesitan las personas desfavorecidas.

Este donativo lo hace Abreu en su condición de concejal delegado de la empresa mixta de abastecimiento de agua de la ciudad de los Adelantados (Teidagua).

Javier Abreu explica que no percibe sus honorarios directamente de las arcas laguneras, sino de la empresa citada, y es por esto por lo que ha decidido, en solidaridad con todo el personal funcionario de la corporación municipal, así como el resto de políticos afectados por esta medida, renunciar a la paga extraordinaria de Navidad, lo que confirma la corporación.

Aparte de este donativo para ese grupo solidario, y ya en otro terreno, Javier Abreu fue el primero en dar la cara y poner sobre la mesa la necesidad, según su criterio, de "darle un revolcón" al PSOE tinerfeño, ya que su candidatura a la secretaría general del partido era la que parecía que quería batir ayer el oficialista José Miguel Pérez.

Entre las agrupaciones que ya eligieron a sus delegados, Abreu parece no haber tenido suerte, ya que de su triunfo apabullante en La Laguna pasó al equilibrio en Santa Cruz y al varapalo en un municipio tan importante y favorable al PSOE en otras ocasiones como el Puerto de la Cruz, con alcaldes tan destacados como Salvador García y el malogrado Afonso, muerto en un incendio en La Gomera.