Tal vez en demasiadas ocasiones nuestra cabeza parece un búnker en plena guerra. Si al despertar sintonizas la radio o la televisión, solamente escuchas malas noticias y tragedias. En el trabajo o en clase es más sencillo encontrar conflictos que buenas relaciones, e incluso hasta nuestro tiempo libre lo ocupamos en criticar a los demás o ver programas en los que se critica a personas que solo hemos visto a través de una pantalla que funciona con una tecnología que no comprendemos. Cada día es una nueva aventura, una nueva oportunidad para hacerse con las riendas de una vida que cada día controlamos menos. Sin embargo, el mensaje que nos transmiten los programas de noticias en televisión es siempre extremadamente negativo. No entiendo por qué la prima de riesgo española es noticia cuando sube y no cuando baja. Nos hicieron creer que el mundo acababa cuando ocurrió el desastre de Fukushima, pero la noticia de que la situación estaba controlada no se escuchó con tanta fuerza. ¿Qué ocurrió con la gripe aviar? No sé por qué es noticia que una persona acabe con una vida y no que una nueva vida comience.

Parece que con todo este asunto de la crisis y los recortes todo pinta muy mal. Sin embargo, más allá de todos nuestros problemas, el sol pintará mañana un nuevo amanecer.

Con todo esto quiero decir que todo este asunto de la crisis es una excusa para hacernos daño, un juego macabro para mantenernos dormidos, pues, aunque Grecia se declare mañana mismo en bancarrota, el "statu quo" únicamente variará en el modo en que el resto de Estados la tratarán; al resto del universo le dará exactamente igual.

Quizás por eso esté cansado de tanto mensaje negativo y reclame algo más de optimismo. Existen muchas más razones para dibujar una sonrisa en nuestro rostro que una mueca de enfado en el rostro del vecino, el compañero o el familiar. Si cada vez que fuéramos a atacar a alguien pensáramos lo enormemente afortunados que somos por haber recibido el regalo de la vida y la capacidad de hacer felices a los demás, viviríamos en un mundo de más sonrisas y menos lágrimas.

José Isaac Hernández Quintero

Los perros de Ravelo necesitan tu ayuda

El pasado lunes se publicaba en este diario un artículo sobre la dramática situación que están atravesando los más de cuatrocientos perros que en la actualidad se encuentran acogidos en el refugio ADEPAC, ubicado en Ravelo, municipio de El Sauzal.

Para los que en algún momento hemos podido disfrutar de alguna visita al recinto y colaborar con pequeños gestos en beneficio de la citada asociación, conocemos la encomiable labor que tanto sus responsables como voluntarios realizan diariamente para ayudar a tan ingente cantidad de perros abandonados y necesitados de cuidados y cariño.

En la página web www.adepaccanarias.com los interesados podrán obtener toda la información que deseen en relación al refugio y a las diversas formas de colaborar con esta inquietante causa. Además, podrán acceder a las fotos de los verdaderos protagonistas de esta historia, los más de cuatrocientos animalitos que conviven en estas instalaciones.

Aún siendo consciente de la difícil y perentoria situación por la que está atravesando nuestra sociedad, no me resigno a pensar que no podamos aportar nuestro granito de arena. Tan solo se solicita que ofrezcamos lo que podamos para aliviar sus fatigas. Una lata de carne se agradecerá de la misma manera que un saco de pienso o una donación económica conforme a las posibilidades de cada cual.

Los que compartimos nuestras vidas con alguno de estos "ángeles" sabemos de lo que son merecedores, por lo que no podemos obviar este aullido de desesperación que requiere de nuestra solidaridad. Se lo debemos.

Mavi