CON UN TÍTULO parecido al de un ilustre periodista, quien reflejaba su opinión de claroscuros de la primera etapa del Gobierno del PP, nosotros, ya en dos comentarios anteriores, hemos manifestado la inclinación de respetar los cien días. Pariendo, desde luego, de reconocer la preocupación por la crisis económica, que se ha disparado. Pero, al tiempo, insistiendo en hacer frente, cuanto antes, al sentido regeneracionista, institucional y personal, con ciertos reflejos poselectorales, que trataban de situar las cuestiones de hecho. La reforma de la justicia es un elemento positivo. Aunque haya de verse la letra pequeña: ¿se llegará a derogar la ley del aborto, como supuesto derecho, o será un mero parche? Las uniones de hecho ¿no entrarán en la revisión de lo que no puede ser matrimonio? De otro lado, se ha vislumbrado una tendencia al cumplimiento de los recortes autonómicos, ley de estabilidad, etc. Queda aún de redondear el tema del terrorismo, especialmente del que ha llagado a las instituciones, o el que espera acercar más a los etarras a lugares vascos. Reforma del Consejo General del Poder Judicial. ¿Más prisas que la del Tribunal Constitucional?

Ya ha planteado el nuevo gobierno del PP la reforma legislativa sobre la designación de los vocales del Consejo General del Poder Judicial. Pero sigue pendiente desde hace años la renovación de los vocales del Tribunal Constitucional (TC), que parece se va a abordar de nuevo. Si la reforma en este último órgano, o la cobertura en debida forma de sus vacantes, se hubiera planteado con anterioridad, acaso no hubiéramos tenido la sentencia reciente, pendiente de publicación en el BOE, y de la que nos ocuparemos más detenidamente en otro momento, rechazando, según información de la prensa, el recurso planteado por la Comunidad de Aragón. Sentencia del TC que se ha retrasado catorce años -será la más antigua-, por la que se considera que los bienes adquiridos por Cataluña procedentes del patrimonio histórico del monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) pertenecen a Cataluña. Con cuatro votos en contra, y con ponencia del catalán Eugenio Gay, que fue presidente del Consejo General de la Abogacía, y cuyo mandato como magistrado del TC está caducado, y que fue claro defensor de la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña. El Justicia de Aragón ya ha dicho lo que tenía que decir, y el canonista Juan Antonio Gracia también. La presidenta Rudí hará que lo estudien los servicios jurídicos aragoneses. Debe ser objeto de nuevo análisis, con opinión de los foros adecuados, como la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación. Pero las Tablas de Sijena, del siglo XVI, han sido objeto de un procedimiento de competencia no jurisdiccional (se trataba del ejercicio de un derecho de retracto por Aragón reconocido en una ley orgánica-Estatuto), y al parecer las tablas se encuentran en un almacén en Cataluña. Sigue con lamentable retraso la renovación de los magistrados del TC, y la "corrida" ha dado lugar a esta sentencia, con catorce años de retraso. Con efectos acaso irreparables. Otro tanto puede ocurrir con más cuestiones.

Si se ha visto más contundencia al ministro de Defensa, aunque sigue pensando en los tres jefes del Estado Mayor de cada Ejército, sin prisas. Ha estado en Afganistán y ha llamado sin eufemismos al conflicto bélico, que aunque haya servido de "ensayo" nos ha producido muchos muertos. Habrá reducción de unidades. ¿Qué se hará con las leyes reguladoras, de la carrera militar, con cientos de recursos? ¿Se dará más vida a la oficialidad de complemento y reservistas en el Ejército?

Cataluña empieza a agrandar sus síntomas nacionalistas, cuando el equilibrio interregional se impone, como expusimos en la obra "El Estatuto de Cataluña. Una meditación sobre España". No se ve aún lo que Rafael Puyol llama "reto educativo". Otro comentarista, Sorman, ha puesto en duda, siguiendo a Shumpeter, la capacidad intelectual de la burguesía capitalista para defender su legitimidad. No cabe duda de que han existido para altos destinos del Gobierno algunos "infiltrados", como ha ocurrido en Economía, y Educación y Cultura. Y se teme que en terrorismo, pese a los cambios, en las áreas de Policía y Guardia Civil se baje el riesgo, cuando vemos a Pachi López hablar de una "nueva política terrorista", y apelar por subvencionar a grupos proetarras o a sus familiares. En fin, que se anunció presidente del Instituto Cervantes sin contar con él. Seguimos esperando cien días para hacer un balance. Por eso, el signo de este comentario anda entre ilusiones y esperanzas de principiantes. Y a esperar y recoger los primeros escarceos. No basta con la mayoría absoluta, hay que ejercerla. Ya tenemos reforma laboral. Como nos decía Juan Velarde, como pregonero de la Casa de Aragón de Madrid con ocasión de la festividad de San Valero, haría falta un regeneracionista como Joaquín Costa para hacer transversal la idea de un regeneracionismo humanista, más allá de las oligarquías y de los partidos.