Leemos en un periódico tinerfeño, hijuela de otro que se publica en Las Palmas, la intención del Gobierno de Canarias de exigirle a una persona, accidentada cuando se dirigía a Masca por un sendero, el coste del operativo del rescate. Las malas condiciones atmosféricas, con fuertes vientos, dificultaron las tareas de salvamento mediante un helicóptero. Nos parece bien que quien comete una imprudencia, como parece que ha ocurrido en este caso, sufrague los costes del despliegue de personas y medios para salvarle la vida. Sin embargo, nos parecería mejor que Paulino Rivero pagase de su bolsillo los vuelos que hace en los helicópteros de emergencia para ir, sobre todo, a la tercera isla, que es donde más le gusta estar, pues piensa que si complace a los canariones con su presencia se ganará su favor. Craso error de un político necio como él, pues los canariones no quieren a los dirigentes de Tenerife. También a Manuel Hermoso y a Adán Martín les hicieron un gran vacío pese a lo mucho que se desvivieron por contentar a esa Isla. A los dirigentes canariones, lo decíamos en nuestro comentario del sábado, solo les interesa imponer la hegemonía de su Canaria a las otras seis islas, sin que les importe para nada el malestar que crean con ello en los habitantes del Archipiélago. Los políticos de Las Palmas, que un día dividieron a los canarios en dos provincias, son, junto al torpe político que nos gobierna, los grandes culpables de que todavía no seamos una nación libre y con estado.

Por eso, porque no somos una nación soberana, andamos dando palos de ciego en el asunto de las prospecciones petrolíferas. Ahora nos enteramos de que el Gobierno regional prepara una avalancha de recursos contra esas prospecciones. Qué risa. Pero qué recursos va a presentar un Ejecutivo autonómico altamente desprestigiado por el mero hecho de que lo presida Paulino Rivero. Este mago político -¡cuánto nos equivocamos al confiar en él!- deshace con su simple presencia cualquier atisbo de seguridad. Los peninsulares se ríen de los canarios solo con oír hablar a Rivero o a la quícara. Ninguno de los dos sabe expresarse en público. Para los españoles son indígenas a los que miran con curiosidad; con la misma curiosidad con la que observaban a los procuradores saharauis en las cortes franquistas. Nada más. ¿De qué les sirve amenazar con demandar al Estado ante el Tribunal Constitucional y la justicia ordinaria, al considerar que la Ley de aguas le confiere a Canarias competencias sobre las prospecciones?

Está claro que Paulino Rivero todavía no se ha enterado de que Zapatero le tomó el pelo con esa Ley de aguas. No nos extraña. Los españoles engañaron a los indígenas de América con bolitas de cristal coloreado para robarles el oro, y a este torpe político, que también es un indígena pese a llevar traje europeo de talla pequeña -aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda, dice el refrán-, lo embaucaron con agua en cestas. Lo peor, como hemos dicho en otras ocasiones, es que Rivero pretendió luego nada menos que impresionar a José Rodríguez con ese "enorme" logro de Coalición Canaria en Madrid. Como el editor de EL DÍA le dijo que todo eso era una patraña de Zapatero para que los nacionalistas canarios les dieran sus votos en el Congreso de los Diputados, este déspota político montó en cólera y decidió acabar con el único medio de comunicación que defiende la libertad de los canarios solo porque le canta las verdades. Lo más increíble -a tal grado llega su sandez política- es que a día de hoy Rivero todavía no se ha dado cuenta del timo de Zapatero; es decir, sigue convencido de que Canarias posee aguas propias, como si ya fuésemos una nación independiente. Tampoco se ha enterado este político torpe donde los haya de que esas aguas están en la Zona Económica Exclusiva marroquí, por lo que no son de Canarias ni de España, sino de Marruecos.

¿Se merece el pueblo canario, que siempre ha sido inteligente, noble y trabajador, estar gobernado por un necio político? ¿Va a permitir CC que él y su esposa, exótica ave de rapiña política, sigan ocupando cargos públicos en detrimento de ese partido y de todas las Islas? Échenlo de una vez antes de que acabe con todos.