Estos días, con la desaparición de Radio El Día han convertido mi vida en monótona y aburrida. Yo, que llevo escuchando esta bendita emisora desde su fundación y la he seguido día a día, puedo decir que ha sido mi escuela, mi día a día de entretenimiento y risas. Seguro que muchos de los que lean esta carta no podrán entenderme; solo lo pueden hacer los que, como yo, la han seguido.

Hoy (domingo) me han vuelto la tristeza y una lágrima en mi mejilla. Claro, mañana es lunes y pasará igual: intentaré oír la radio pero no encontraré a esos grandes profesionales, que no son otros que Radio El Día. Lo escribí ya una vez y conté que, llegado este momento, se haría el silencio en mi vida, pero hay que vivirlo... Esto es más que un silencio; es un vacío inmenso donde solo queda el recuerdo y... en honor a tan bellos recuerdos le pido a Dios y no a los políticos, porque ellos no dan nada, que nos conceda la gracia y la virtud a todos los oyentes de Radio El Día de poder seguir con esa gran escuela de profesionales.

Ayer, sábado, cuando por la mañana me levanté estaba muy angustiada con el tema de la isla de El Hierro; quise buscar información sobre lo que estaba ocurriendo, pero era más de lo mismo, sin ninguna actualidad. Entonces comenté con mi marido que si Radio El Día siguiera en antena, a pesar de ser sábado, hoy estuvieran comentando toda la actualidad del volcán. ¿Y ahora qué? ¿Quién nos informa? Lo dije entre sollozos; estaba desconcertada y enfadada.

Mi Tete, sin Juanjo y su equipo, ya no se escucha igual, pero los otros profesionales, que lo son, son muy aburridos. (Es mi opinión).

Solo pido a Dios que haga justicia y por el bien de todos lo haga pronto. Esperando oír pronto a estos grandes profesionales, mi escuela, me despido.

Araceli Felipe Ramos

Algo más sobre la sanidad pública

Llevo muchos años trabajando en el sector público relacionado con la sanidad y no puedo salir de mi asombro por la "obsesión" que se está teniendo con este sector.

Yo soy la primera que, si tengo y puedo aportar algo para que el país y, concretamente, para que mi tierra -Tenerife- salga adelante, lo haré, y de hecho lo estoy haciendo, pues me están reduciendo de mi sueldo un 5%, lo cual no me importa si es en beneficio de necesidades sociales y coherentes. Pero, señores, ¿dónde está ese pequeño tanto por ciento que están quitando a todos los compañeros de la sanidad y a mí misma? Quién sabe dónde...

¿Cómo es posible que intenten seguir quitando unos derechos, como, por ejemplo, ahora incrementar el horario laboral y, sin embargo, sí ponen dinero para la televisión y la policía autonómicas? ¿Alguien tiene la valentía de responder o, como siempre, hay "silencio administrativo", que lo utilizan cuando no tienen ni idea de lo que decir?

No, señores políticos. No es esa la forma de mejorar. Lo que tienen que hacer es exigir que las direcciones que existen en esos hospitales organicen, gestionen y pidan responsabilidades y sancionen a los que lo hacen mal y dejar los amiguismos detrás. Si lo hicieran así, otro gallo cantaría en la sanidad pública.

Exijo que me digan qué están haciendo con mi dinero, que lo trabajo y mucho para que mi hospital vaya mejor, y no permitir que ustedes lo hundan como quieren hacerlo. Y ustedes, señores "gestores" (si se les puede llamar así), gestionen como lo deben hacer y no echen la culpa a los demás de su ineptitud.

Pilar Fernández de Rota Martín

(La Laguna)