D. Ricardo Peytaví, lo primero que tengo que decirle es que soy lector asiduo de prensa en general y artículos de opinión en particular. Leo su columna desde hace ya tiempo, pero a partir de ahora la tendré que leer con mayor cautela, pues la información que proporciona no responde a criterios de fiabilidad y rigurosidad. El artículo que publicó en el periódico el día 21 de enero de 2011 de título "Quiero ser bombero" está lleno de imprecisiones, errores y, en algunos de sus argumentos, graves faltas a la verdad. ¿No es un pilar básico en el periodismo la información objetiva y rigurosa?

En su artículo manifiesta que un bombero tiene un mes y medio de vacaciones; esto es falso. Un bombero, como cualquier otro funcionario, tiene un mes de vacaciones y quince días como compensación de festivos, porque nuestro sistema de turnos no respeta los sábados, los domingos, ni a Papá Noel ni a los Reyes Magos. Cuando habla de que trabajamos 72 días al año está omitiendo que estos días son de 24 horas y, si multiplicamos los días por las horas, nos salen 1.728 horas anuales. Cualquier funcionario de cualquier administración no llega a realizar 1.400 horas anuales. Para llegar a cobrar los 48.000 euros de los que habla, un bombero tiene que realizar 720 horas más de las 1.728 horas, que suman un total de 2.428 horas, mil horas más que cualquier funcionario. Los diferentes complementos retributivos que componen la nómina de un bombero vienen tipificados en la Ley de la Función Pública (salario base, complementos, antigüedad, etc.). El complemento de productividad está sujeto al absentismo. Si yo tengo un accidente de circulación o me tuerzo un tobillo fuera de mi horario laboral, me descuenta 500 euros mensuales.

Denota un gran desconocimiento de la profesión de bombero y una opinión muy pobre de la misma. Deduzco que no conoce a ninguno personalmente, su estilo de vida, su formación, su actitud, etc. Le invito personalmente a mi centro de trabajo, el parque de La Orotava, para contrastar la información que le he expuesto, para profundizar en cualquier aspecto y para conocer un poco más esta profesión que cualquier niño en edad escolar de los que vienen cada viernes de visita conoce mejor que usted.

No puedo juzgarlo por un error cometido en una trayectoria; todos nos equivocamos. Como me consta que es usted un hombre de honor, espero que publique una rectificación a su artículo, porque rectificar es de sabios y como pequeña penitencia le propongo que publique esta vez desde el conocimiento, prestándome desde este momento para facilitarle cuanta información precise.

Pedro Castro

Carta al presidente Zapatero

Sr. Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno de España, me dirijo a Vd. para decirle lo que pienso, ya que está llevando a España y a Canarias a la ruina, donde no hay sino paro y hambre y donde Vd., en La Moncloa, lo pasa bien con su familia. Vd. le sube al trabajador creo que son siete euros para 2011 y encima congela las pensiones. Sube la luz un 10%, la bombona y muchas cosas más. Esto es de vergüenza. Mientras Vds. se reúnen para subirles el sueldo a los trabajadores, Vds. mismos se lo suben y nadie puede hacer nada. Vds., con siete años, se llevan el 80%, y con doce años, un 90%; creo que es así, y al pueblo le piden que cotice veinte años. El pueblo le paga a Vd. todo. Le recuerdo que nos acordamos de las mentiras del Plan Canarias.

El pueblo lo está pasando bastante mal por su gestión destructiva en todos los aspectos y las mentiras que dice para que los canarios no digamos nada. Pero el pueblo se está dando cuenta y ya nadie se cree nada de lo que Vd. dice, como el globo sonda sobre los controladores para desviar la atención a otro lado mientras quita la ayuda a los parados e infinidad de cosas que no cabrían en un papel. También la mentira de las aguas canarias, y Vd. se queda tan campante.

Y ya por último le recuerdo lo de la resolución 1514/60 de Naciones Unidas sobre Canarias.

Ángel Quintero Tabares

(Santa Cruz de Tenerife)