DESDE muchacho me gustó escribir sobre temas históricos: lo mismo de España en general que de Canarias en particular. Me interesó siempre la derrota del Guadalete, en la que don Rodrigo recibió el castigo que, según muchos, se merecía por sus ligues con Florinda, la bella hija del conde don Julián, gobernador de la Bética que traicionó a su rey justamente por lo que digo. Por lo que respecta a nuestra historia más próxima, siempre me ha interesado saber si mi mencey de Daute, el último, llamado Romén o Rosmén, fue el personaje que los Reyes Católicos regalaron en su día al Dux de Venecia para exhibirlo en la procesión del Corpus, el 25 de mayo de 1497.

Pero ocurre, amigo lector, que, como no pasé por la universidad, me quedaron muchos detalles por aprender. No me refiero a los conocimientos en sí -que también- sino a modos y formas. Por ejemplo: yo daba por ciertos todos los datos y fechas que leía sin hacer lo que hacen los historiadores de verdad: confrontarlos, para no confundir la gimnasia con la magnesia. (Andrés Chaves escribiría esta última frase con otras palabras, sin emplear magnesia ni gimnasia; pero voy a dejar a Andrés frente a la ñamera de la Plaza del Charco).

Quien de verdad me frenó en mis atrevimientos para ponerme en el camino del rigor histórico fue Evelia, archivera, bibliotecaria y licenciada en Historia.

-No te lances. Antes de ofrecer ese dato como cierto, intenta comprobarlo. Y también será mejor que des como dudoso el año y el mes en que Américo Vespucio tocó tierras americanas, en lugar de hacer afirmaciones gratuitas.

Esto me ocurrió hace unos veinte años. Ya ven que hasta esto lo doy como dudoso, aunque, la verdad sea dicha, "veinte años no es nada", como se dice en el tango. Por cierto, este tango, del que creo recordar que se titula "Volver", me sigue pareciendo una maravilla, aunque no sé si era de mi tocayo Carlos Gardel o de doña Libertad Lamarque. Quiero decir que siguen las dudas.

Todo este montón de incoherencias que anteceden se deben a una lectura que acabo de hacer en "Marca" -¿dónde, si no?- y cuyo autor, don Eduardo Inda, asegura: "Si por la FIFA fuera, no se habría inventado la rueda hace 7000 años". ¿Creen ustedes, amigos, que se inventó la rueda en tal fecha?

Ya sabemos, lo sabe todo el mundo, que, cuando se llega a cierta edad, uno se olvida de lo más próximo pero recuerda a la perfección lo más lejano. Por ese motivo recuerdo yo ahora algo que leí de niño en el dorso de una hoja de almanaque de esos que se llaman de taco. Se afirmaba allí: "Nuestro primer padre Adán fue creado por Dios en campo damasceno hace 6000 años". Entonces yo no sabía el significado del vocablo damasceno; ya sé que se hacía referencia con él al territorio que hoy ocupa la capital de Siria.

Pero a este despistado que ahora les escribe, más que lo de Adán y lo de Damasco, le interesa el asunto de la rueda. Si don Eduardo Inda tiene razón en lo que expone en su periódico, ¿quién inventó entonces ese artilugio y para quién, si no había habitantes? Los hombres del Neanderthal y de Cromagnón, sucesores de Adán, aún no habían llegado a nuestro planeta, hoy tan superpoblado con gente peleona y amiga de ametralladoras y esas cosas. Es de imaginar que cuando los hombres del Neardenthal se encontraron en un rincón aquel chisme habrán celebrado una gran fiesta porque el regalo se la merecía. Lo malo es que aquí no se puede repetir lo del tango, porque veinte años no es lo mismo que un milenio, diferencia que se observa entre la opinión del señor Inda y la hojita del almanaque de mi niñez.

Así da gusto vivir. Se nace y ya se tiene la rueda, uno de los mayores inventos de la humanidad, dígase lo que se quiera. Claro que también los niños que nacen hoy tienen televisión, ordenadores y, sobre todo, fútbol. ¿Qué más se puede pedir? Por lo que a mí respecta, los ordenadores me llegaron bastante tarde. Me hubieran hecho muy feliz hace cincuenta años. Ahora, no tanto.

El detalle de los 1000 años de diferencia se hubiera podido evitar si el director del diario "Marca" y el autor de la hojita del almanaque hubieran tenido una profesora como Evelia.