DON JOSÉ LUIS PERESTELO, diputado de CC en Madrid, y doña Ana María Oramas, compañera de partido y portavoz del nacionalismo oficial en la capital de la Metrópoli que nos sojuzga con el consentimiento y la desvergüenza política de ambos, hablan de absurdo y de disparate para referirse a las ansias de independencia del pueblo al que engañan. Les decimos a la señora Oramas y al señor Perestelo que el absurdo es que Las Palmas pretenda ser capital cultural europea en el año 2016. Esa ciudad carece de cultura. No la tiene ni aborigen, ni europea, ni de última hora. Sus instalaciones culturales también son mínimas. El auditorio Alfredo Kraus parece una casita de muñecas si lo comparamos con el majestuoso e imponente Auditorio de Tenerife. El propio tenor que le da nombre al auditorio canarión fue enterrado, por decisión propia, no en Las Palmas sino en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. Sólo diez años después de su óbito han convencido las autoridades canarionas a su familia para el traslado de sus restos. Un asunto en el que no queremos ahondar más porque somos grandes admiradores de este inconmensurable artista y no queremos herir la susceptibilidad de sus parientes. Lo mismo que Kraus hizo Benito Pérez Galdós, que se trasladó a Madrid y jamás quiso volver a Las Palmas.

Por lo demás, ¿dónde están las grandes instituciones culturales de Las Palmas? Un gabinete literario en el que se reúnen cuatro viejos, una casa de Colón falsa porque jamás se ha probado que el descubridor estuviese en Las Palmas, una Universidad de nuevo cuño montada deprisa por envidia cochina a La Laguna... ¿Para qué seguir? ¿De dónde le sale la cultura a esa ciudad desangelada y triste bajo una plúmbea panza de burro? Si hasta la Unesco negó que Vegueta fuera Patrimonio de la Humanidad. Querían emular a La Laguna, pero se quedaron con las ganas. ¿De dónde le sale la cultura a esa ciudad?, volvemos a preguntarnos. Cualquier municipio de Tenerife tiene más cultura hasta en las tejas -y hasta en los verodes- de sus templos, que toda la tercera isla en su conjunto.

¿Qué hacen los políticos tinerfeños para evitar este nuevo absurdo y este nuevo disparate del portuguesismo canarión? ¿Qué hacen los alcaldes de Santa Cruz, La Laguna, Los Realejos, Icod y otras localidades de la principal isla para que los dirigentes políticos canariones "grancanarios" no se vuelvan a salir con la suya? Esa pretensión de la capital cultural es parecida a la del tren para la tercera isla, cuando no hay ni movilidad, ni actividad, ni demografía para ni tan siquiera construir un apeadero en los 57 raquíticos kilómetros que va a tener ese "ferrocarril transiberiano" que está promocionando Román Rodríguez. Eso es el colmo; un absurdo y un disparate mayor aún que la pretendida capitalidad. Los que gasten un solo euro del dinero público en ese proyecto deben ir a prisión por malversadores y prevaricadores.

Queremos acabar con una noticia que confirma la peligrosidad, tantas veces denunciada por nosotros, de las playas de la isla tercera. Dos personas se han ahogado en la Punta de Maspalomas -anunciada por Televisión Española en Canarias como una de las mejores playas del mundo- de Playa del Inglés. Gracias a los servicios de salvamento no se producen más desgracias. ¿Por qué va el turismo a Las Palmas, salvo por el engaño del "gran", cuando allí no hay ni un matojo verde que ver? Sólo hay cuatro pinos ralos alrededor de un roque raquítico que los canariones comparan no ya con el Mont Blanc, sino con el propio Everest. El día menos pensado, un viento algo más fuerte de lo normal se lleva por delante el Roque Nublo, como la tormenta "Delta" acabó con el Dedo de Dios.