LOS DESDICHADOS chicharreros, a los que, con todos los canarios, el señor Rodríguez Zapatero nos multa con 500 euros más al año en forma de impuestos, tenemos que pasar en este verano-otoño por una carencia que yo no recuerdo que haya ocurrido en todos los años de mi vida y creo que en todo el tiempo anterior: la falta de playas y de accesos al mar. Dicen que Santa Cruz fue un pueblo marinero. No sé si los guanches ya tenían afición al mar, pero por el mar llegaron a estas tierras porque aún no se habían inventado los aviones de Iberia y de Air Europa. Pero, desde que el nefasto conquistador, inquisidor, comerciante de esclavos y exterminador de indígenas don Alonso Fernández de Lugo llegó a las playas de Añaza y allí estableció su campamento, en torno a ese núcleo se formó la población que, indudablemente, se orientó al mar, para ser un puerto en el futuro.

El Adelantado, quien, para los guanches, debía ser el "Atrasado", por sus métodos vandálicos, plantó en su campamento la cruz que aún se conserva en la parroquia de la Concepción, para presumir de cristiano cuando vendía a los guanches como esclavos y con los restantes practicaba el "guanchicidio". Para atraer a los indígenas empleaba la mentira y el engaño, práctica que era habitual en los conquistadores, como hicieron el conquistador de Canaria, Juan de Vera, y doña Beatriz de Bobadilla, esposa del conde Hernán Peraza, señor de La Gomera, cuando prometieron el perdón para el pueblo gomero sublevado y, reunidos los nativos en la iglesia de la Asunción, los hicieron salir del templo por la llamada Puerta del Perdón, aún existente, y los llevaron a la Punta de la Horca, sobre la bahía de San Sebastián, para arrojarlos desde la altura al vacío.

Decía que los chicharreros han sido privados de su mar. Primero, un vertido tóxico que, al parecer, no saben de dónde procede, ha inutilizado la playa de Las Teresitas, única de la ciudad, para el baño. Por temor a que la supuesta contaminación se haya extendido, el litoral de Paso Alto y del Club Náutico de Tenerife igualmente permanecen cerrados y no hay acceso al agua salada. Como, por incapacidad de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Santa Cruz, el Parque Marítimo está cerrado a cal y canto desde hace meses, los que vivimos en el Chicharroo nos bañamos en la ducha o vamos a Las Caletillas, o nos echamos por encima el agua en cubos, pero dulce y no salada, o acudimos a la piscina de agua tibia de La Laguna, si es que está abierta y se permite la entrada, que ignoro cómo funciona ese invento, que viene a solucionar el problema del baño de los nativos y residentes, con el frío que hace en las mañanas y las tardes laguneras, que algunos, ni por esas.