La atención sociosanitaria es una responsabilidad que el Cabildo de Tenerife ha asumido con decisión desde el convencimiento de que se trata de un factor de la máxima importancia dado el creciente envejecimiento de nuestra población. De hecho, una sociedad desarrollada sólo podrá ser considerada como tal si dispone de los recursos necesarios para atender a aquellos de sus integrantes que precisan un cuidado específico en función de su dependencia para poder desarrollar su vida dentro de unos cauces más o menos normalizados.

Ello requiere la disposición de unas infraestructuras determinadas y del concurso de un personal especializado y también comprometido con la labor que desarrolla, lo que supone, como es obvio, destinar una planificación e inversión ciertamente elevada en la construcción de establecimientos y en el capítulo de la formación y la cualificación profesional.

Y eso es precisamente lo que se ha llevado a cabo desde hace años con la puesta en práctica, en conjunto con la administración autonómica, de un programa de dotaciones cuya última realización ha sido el Centro Sociosanitario Santa Cruz, inaugurado recientemente en el solar que durante largo tiempo ocupó el Hospital Militar. Es, sin duda, una instalación moderna que cuenta con un área de hospitalización de larga estancia para 158 plazas y un centro de día con 30 plazas, así como con un club de mayores en el centro de Santa Cruz y absolutamente necesario para el presente y futuro de la ciudad.

Este nuevo centro se añade a los otros que poco a poco pero de forma constante se han ido creando desde el IASS del Cabildo Insular de Tenerife en diferentes municipios de la Isla con el objetivo de conformar una red que permita atender la demanda existente en este terreno. Así, ya es posible encontrar establecimientos de este tipo en Fasnia, Güímar, La Orotava, La Guancha, San Juan de la Rambla, Los Realejos, Santa Úrsula y Tejina. A ellos se añaden la residencia de Ofra y los hospitales Nuestra Señora de los Dolores, en La Laguna, y Febles Campos, también en la capital.

Este consistente tejido de establecimientos se verá acrecentado cuando sean puestos en marcha los centros hospitalarios y sociosanitarios que en la actualidad están siendo construidos en el Norte y el Sur. De esa manera, este programa de actuaciones, ya de por sí realmente ambicioso, recibirá un notable impulso y favorecerá que nuestra Isla disponga de unos medios adecuados y suficientemente dotados.

A estas alturas las cosas bien hechas no surgen de manera improvisada y hoy estamos recogiendo los frutos de una meditada planificación realizada en el Plan de Atención Sociosanitaria de Tenerife, suscrito a mediados del año 2002 entre el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias con una inversión prácticamente culminada de más de 124 millones de euros y más de otros 90 millones de mantenimiento anual de las plazas.

Mucho más allá de los fríos datos estadísticos están los miles de mayores que precisan de calidad de vida digna, miles de familias que requieren de estos servicios, miles de historias personales, de recuerdos y de esfuerzos trabajando para que Tenerife progresara y que no podemos ni debemos olvidar. También las historias de cientos de nuevos trabajos para profesionales y voluntarios que quieren dedicar su vida al servicio de los demás y que dentro de los servicios sociales buscan un futuro mejor. Sirvan estas líneas de pequeño homenaje para todos ellos y en especial para todos aquellos que de una u otra manera han trabajado para que aquel plan sociosanitario sea hoy, en gran medida, una brillante realidad. Enhorabuena.

* Vicepresidente primero del Cabildo Insular de Tenerife