Dos amables empleados de Titsa

El pasado día 8, aproximadamente a las nueve de la mañana nos encontrábamos en una parada de la carretera del Puertito de Güímar esperando la guagua con destino a Santa Cruz, adonde teníamos urgencia en llegar para recoger a nuestros nietos.

Pasaron dos empleados de su empresa en su coche (azul-verdoso, matrícula 0999) y nos dijeron que la guagua no pasaría por allí, debido a las fiestas de El Socorro y muy amablemente se ofrecieron a llevarnos hasta otra parada. Hicieron una llamada telefónica y les comunicaron que la guagua que en ese momento iba por La Hidalga se dirigía hacia el Puertito, por lo que nos llevaron hacia allí.

Pasó un tiempo y la citada guagua no aparecía, por lo que de nuevo vinieron nuestros "salvadores" y nos aclararon que les habían informado mal, que habían vuelto para llevarnos hasta la autopista, donde podíamos acceder a la que venía del Sur. Aclaro que estos señores iban hacia el Sur, por lo que considero aún mayor su amabilidad y generosidad.

No queda mucha gente así, dispuesta a molestarse por los demás. Queremos que sepan que entre su personal tienen dos personas que son muy buena gente.

De nuevo nuestro agradecimiento para ellos. Ah, y llegamos a tiempo.

Antonio y Josefina

El insolidario José Sanjurjo Puertas

Leyendo este democrático y soberanista matutino del 20 del presente mes de septiembre nos encontramos con un escrito suscito por un señor con apellido de un general de triste memoria de la guerra incivil que rezuma odio e insolidaridad desde el comienzo del mismo hasta el final, por lo que si el editor nos lo permite haremos algunas consideraciones.

Como consecuencia de los avances sociales, el primer Gobierno socialista que presidiera don Felipe González Márquez (1982/1996) impulsó una serie de reformas sociales que dieron como resultado positivo, para los que no tenían nada, el Real Decreto 357/1991, iniciado con Suárez y Calvo Sotelo, por el que se desarrolló en materia de pensiones no contributivas la ley 26/1990. Pensiones económicas y de duración indefinida que fueron reconocidas a aquellos ciudadanos que, encontrándose en situación de necesidad protegible, carecían de recursos suficientes para subsistir; inmensas mayorías procedentes de la agricultura a las que sus patrones no pagaban su cotizaciones al SOVI. La gestión de estas pensiones está atribuida a las comunidades autónomas y a los servicios sociales de Imserso.

Y como vemos inmerso de lleno en la insolidaridad a este posible pariente de aquel golpista español, de su mismo apellido, le decimos que la solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una doctrina social sana, todo lo contrario de aquellos que preconizan la insolidaridad facistoide para no ayudar a hacer ciudadanos y sí esclavos a los otros. Dándose este caso de insolidaridad precisamente en muchos de esos que se dan fuertes golpes de pecho y desdeñan el amor a Dios, que es devoción, ternura, misericordia, compasión por aquello de "amarás a tu prójimo como a ti mismo".

Como somos canarios de integración y este individuo, señorito Sanjurjo, nos parece "godo español" o "godo canario", cabe romper una lanza a favor de don José Rodríguez Ramírez, al que repudia por su defensa a favor del soberanismo de esta nacionalidad, por medio de sus editoriales en el matutino EL DÍA, con todos los fundamentos y razón, pues Canarias es una colonia africana y atlántica, explotada y vendida por España y los canarios de servicio. Y que llevamos a término en razón a que nacionalismo es una ideología y movimiento social y político de actividad propia y diferenciada a un territorio y a sus ciudadanos y que propugna la preservación de rasgos identitarios, el derecho a la autodeterminación, la gloria y lealtad a considerar Canarias como una nación propia.

Es, asimismo, un sentimiento que nosotros, cántabros de nacimiento, casados con autóctona canaria y con ocho hijos mestizos, como la mayoría de los canarios, defendemos y ponemos como divisa aquello que dijera Unamuno: "Se es de donde es la descendencia", pese a que algún cantamañanas pudiera intentar quitarnos ese derecho.

Fidel Campo Sánchez