LOS ÚNICOS miembros del PP que parecen no inmutarse ante lo que está sucediendo es el propio Mariano Rajoy y sus colaboradores más directos; esos que le han aconsejado una oposición moderada, en contraposición con los ataques constantes al Gobierno socialista que caracterizaron la estrategia de los populares en la pasada legislatura. La moderación siempre es buena..., salvo cuando no produce resultados. Porque a día de hoy, y con las encuestas en la mano, el PSOE sigue por delante del PP. Muy poco, ciertamente, pero no es eso lo que cabría esperar -ni siquiera lo lógico- con la que está cayendo. Si con un aumento del desempleo galopante, una situación económica interna que va a peor, una desesperanza generalizada de los consumidores y una ristra adicional de males que ya afectan a muchos y dentro de muy poco afectarán a muchos más, si con todo eso, como digo, el señor Zapatero sigue tan campante, ¿qué resultados puede esperar el PP en 2012, cuando lo peor de la crisis haya pasado y la economía, como suele ocurrir siempre después de los baches, camine por sendas, si no tan boyantes como antes, sí al menos más sosegadas? Simplemente, la debacle para la oposición conservadora. Algo que tiene entusiasmada a la progresía ibérica. Otros cuatro años más en el machito, amén de los que quedan desde aquí hasta 2012. Ahora sí que a este país -a lo que quede él, conviene precisar- no lo va a conocer ni la madre que lo parió.

¿Quién tiene la culpa de esto? Bueno, no es nada culposo para un partido ganar elecciones. Lo penoso, y no soy el primero que lo dice, no es tener un mal Gobierno sino una pésima oposición.

El caso es que al PSOE canario le ocurre lo mismo que al PP nacional: no puede ser una alternativa al Ejecutivo de nacionalistas y populares porque también padecen a un líder -Juan Fernando López Aguilar- políticamente inútil. No tanto como Rajoy -el Terminator al menos conserva pequeños ramalazos de credibilidad-, pero tampoco a mucha distancia. Sea como fuese, una circunstancia que les impide presentar una moción de censura. ¿Con qué candidato? ¿Con ese patrón de los perdedores políticos llamado Santiago Pérez? Imposible. Sobra decir que López Aguilar ya no es señoría del Parlamento de Canarias, y que dentro de poco también dejará de ser diputado en España para integrarse en el Parlamento europeo. Demasiado lejos, aunque no piensa soltar el teléfono móvil para seguir dirigiendo el partido desde la distancia En definitiva, más de lo mismo en Madrid y en Canarias, aunque personalmente considero peor lo de Madrid que lo de Canarias.

Indudablemente falta mucho tiempo para volver a las urnas, y en política la certeza de hoy puede carecer de validez mañana. Sin embargo, mucho tendrán que cambiar las cosas para que Rajoy gane unas elecciones. Con la disculpa de afianzarse en las europeas, quiso poner a Gallardón de cabeza de lista y quitárselo de encima para siempre. Otra de sus jugadas típicas para eliminar la oposición interna, aunque con ello cercena, asimismo, cualquier posibilidad de triunfo del PP. Lo mismo que ha hecho López Aguilar en Canarias. Dos dignas vidas paralelas.