Cáritas Diocesana de Tenerife entiende la vivienda como un derecho fundamental al ser un elemento clave en la integración o exclusión de las personas. Es por ello que lleva más de 40 años promoviendo diversos espacios para facilitar procesos de inserción social a través de un alojamiento digno, como instando a las administraciones competentes a que generen estrategias que garanticen el derecho a la vivienda, según lo establecido en la Constitución Española.

Cáritas Diocesana de Tenerife cuenta con nueve recursos alojativos, tanto en el Norte como el Sur y el Área Metropolitana de la Isla. Se dirigen a personas en situación de sin hogar y otras patologías asociadas; uno de ellos es específico para madres con menores a cargo. El objetivo, en todos ellos, es la inclusión social del colectivo de personas en situación de sin hogar y el acceso a una vivienda digna.

Estas personas son acompañadas por un equipo interdisciplinar compuesto por diferentes profesionales y personas voluntarias que realizan un acompañamiento individual, familiar y grupal. La finalidad es el desarrollo de la persona y la familia en las diferentes áreas de su vida (empleo, economía, vivienda, desarrollo personal, salud...) para que impulse la consecución de aquellos objetivos que permitan una mejora psicosocial.

A principios del 2017, Cáritas Diocesana de Tenerife inició un nuevo proyecto denominado Base 25 que tiene como objetivo prevenir nuevas situaciones de sinhogarismo, interviniendo en procesos extrajudiciales y judiciales abiertos (ejecuciones hipotecarias, desahucios y ocupaciones familiares) de aquellas familias en riesgo de perder su vivienda habitual.

Dentro de este marco de actuación, en este primer trimestre del año, Cáritas Diocesana de Tenerife ha puesto en marcha seis viviendas-estudios que se suman a la red de recursos destinados a personas en situación de sin hogar. Para ello, ha contado con la colaboración de empresas como es el caso de Worten, que ha donado los electrodomésticos necesarios para equipar las seis viviendas.

Gracias al apoyo de estas empresas -que son participantes del proyecto "Empresas con Corazón" de la institución-, las citadas viviendas acogen ya a personas en situación de vulnerabilidad, lo que demuestra que el compromiso de las empresas y su responsabilidad social corporativa puede contribuir a mejorar el mundo en el que vivimos. Con esta colaboración, Worten pone de manifiesto el apoyo a la sociedad canaria más vulnerable y devuelve la confianza que los clientes han depositado en la compañía desde sus inicios en el Archipiélago.

El perfil al que iban destinadas las referidas viviendas, que se ubican en Santa Cruz de Tenerife, era inicialmente el de acoger a personas de más de 45 años con ingresos procedentes de una pensión no contributiva y residentes en algún recurso alojativo, muchos de las cuales no se habían encontrado previamente en situación de sin hogar. Sin embargo, la realidad que ofrece en la actualidad el mercado inmobiliario, los precios y condiciones desorbitadas para las familias, así como la falta de alternativas habitacionales, ha provocado que se flexibilicen estos perfiles, dando también acogida a parejas jóvenes recién estrenada su paternidad.

Cada vez más, Cáritas se está encontrando con hombres y mujeres jóvenes en situación de sin hogar, de entre 18 a 25 años de edad, que proceden del sistema de protección; además de personas mayores de 55 años sin recursos o con pensiones mínimas y mujeres solas o con menores a su cargo.

En el caso de las personas que perciben una pensión no contributiva, acuden a Cáritas porque no llegan a fin de mes o porque han perdido sus alquileres y no encuentran alternativas habitacionales. También se está encontrando con muchos casos de desempleados de larga duración con subsidios que tienen problemas alojativos.

A la hora de entrar en un recurso alojativo, desde Cáritas Diocesana de Tenerife se prioriza a aquellas personas sin recursos, pero es verdad que han aumentado significativamente otros perfiles de personas con ingresos, que con mayor frecuencia se están quedando sin opciones habitacionales. A esta situación hay que añadir que cada vez es más difícil para muchos participantes de los recursos alojativos de Cáritas salir de los mismos, ya que ni contando con un plan de ahorro encuentran acceso a un alquiler normalizado, porque los precios del mercado son prohibitivos y se lo impiden.

Estas nuevas viviendas pretenden garantizar el acceso a una vivienda a través de un alquiler asequible.

Desde Cáritas Diocesana de Tenerife insisten en que "hay barreras significativas que han impedido que muchas familias puedan acceder a viviendas, a pesar de la intervención y de la implicación de las mismas". "Incluso cuando los ingresos económicos podrían ser suficientes para cubrir el alquiler. Estas barreras están impidiendo dar respuesta a las familias que más lo necesitan". Entre otras, destacan los complejos requisitos de acceso a la vivienda, que exigen ingresos altos y estables, así como avales; el aumento de los precios del alquiler, el alquiler vacacional o las elevadas fianzas que se les imponen a las familias, imposibles de asumir en la mayor parte de los casos. Todo ello, junto a la ausencia de una política real de vivienda pública, está impidiendo a las personas tener acceso a una vivienda digna y adecuada que es un derecho humano y constitucional.

Las viviendas gestionadas por Cáritas, en cuya construcción ha colaborado activamente la Fundación Laboral para la Construcción, están completamente amuebladas y equipadas. El espacio fue cedido por la Fundación Idafe, y el coste total de las obras de acondicionamiento ha sido de 44.713,17 euros, subvencionadas casi en su totalidad por el Cabildo de Tenerife.

El año pasado, la entidad atendió a más de medio millar de personas, dando acogida y cobertura en sus necesidades básicas a cerca de 400 personas en sus recursos alojativos y un total de 147 familias desde el proyecto Base 25, siendo 4 de ellas realojadas en viviendas procedentes de Cáritas.