Mucho calor, calima intensa y poca visibilidad. El nuevo episodio de altas temperaturas y polvo en suspensión que afecta desde ayer al Archipiélago -con más virulencia a la provincia oriental- se repetirá menos hoy, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, que ha situado el riesgo en nivel naranja. Las administraciones han pedido a la población seguir las recomendaciones sanitarias y extremar las precauciones para evitar incendios forestales.

En concreto, la Dirección General de Emergencias declaró desde primera hora de ayer la alerta por calor y los cabildos insulares de las islas orientales y Tenerife prohibieron hacer fuegos en zonas recreativas o de acampada.

La disminución de la intensidad de los vientos alisios en superficie y el giro a componente este de los vientos en zonas medias y altas ha favorecido la entrada de aire de procedencia africana sobre las islas. El episodio de calor y calima afecta a todo el Archipiélago, si bien las zonas más afectadas están siendo las islas orientales y medianías de Gran Canaria.

En concreto, la entrada de polvo en suspensión ha afectado más a las islas orientales y medianías del Archipiélago, extendiéndose con menor concentración hasta las islas occidentales. Aún así, ayer podía sentirse en gran parte de Tenerife, como el norte o el área metropolitana.

Las temperaturas máximas superaron ayer los 35 grados de forma casi generalizada y hoy se espera que alcancen los 38 grados en Lanzarote y Fuerteventura, así como en medianías de Gran Canaria y Tenerife; incluso es probable que se alcancen o superen los 40 grados en zonas de medianías de Gran Canaria.

Las temperaturas mínimas se prevé que sean significativamente altas hoy: es probable que en medianías de Gran Canaria se mantengan por encima de los 26 ó 28 grados.

A partir de mañana se espera un descenso gradual de las temperaturas debido al aumento progresivo de la intensidad de los vientos alisios y el establecimiento de vientos de componente norte en todos los niveles. Este cambio de los flujos favorecerá el arrastre, durante los próximos días, del polvo en suspensión fuera del Archipiélago. Así, poco a poco, se irá volviendo a la normalidad: no habrá tanto calor, se podrá respirar mejor -sobre todo asmáticos y alérgicos- y se recuperará la visibilidad en la carretera.