Los sindicatos no tienen poder de convocatoria. En La Palma, al menos, ninguna. La concentración celebrada en el parque de Los Álamos de Breña Alta, con motivo del Primero de Mayo, fue una demostración más, y ya van unas cuentas, de que Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores apenas son capaces de atraer a los liberados de sus siglas y a partidos de izquierdas que se unen a la causa. El resultado: apenas 150 personas en una isla con cerca de 10.000 desempleados.

CCOO y UGT habían hablado previamente de "dos caravanas de vehículos que partirán desde Los Llanos de Aridane y Santa Cruz de La Palma y que confluirán en el parque de Los Álamos". Nadie más se sumó a la cita. Bueno sí, una amplia representación de Nueva Canarias, algunos miembros de Izquierda Unidad y el alcalde socialista de Breña Alta, Blas Bravo. De CC y el PP, nadie.

Los sindicalistas, a los que se les notó disgustados con la escasa participación, denunciaron no solo "la alta cifra de desempleados que tiene La Palma" sino también "la precariedad en el empleo" que afecta "a muchos trabajadores de nuestra isla". Defendieron que "sobran motivos para protestar y salir a la calle".

Los líderes insulares de ambos sindicatos acusaron al gobierno del Partido Popular de "vender una supuesta recuperación económica, cuando la realidad de las familias es que soportan niveles de desempleo y pobreza insostenible". Fue un discurso casi entre familia, con una plaza que por la cantidad de banderolas se había preparado para un acto de mayor calado.