La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) augura que, "si no pasa nada extraño", en 2015 "difícilmente" se repetirá el buen resultado de este año. Lo afirma su presidente, Jorge Marichal, que cree que durante este ejercicio se producirá una caída del número de turistas y el gasto que hacen, algo que ya adelantan algunos mercado emisores, como los rusos y los nórdicos.

Lo que suceda en definitiva en 2015 con el turismo dependerá de si los destinos competidores del Mediterráneo -Egipto en particular- mantienen el ritmo de recuperación que vienen registrando desde el verano pasado, que sería el peor escenario, o si la demanda interna -a través del turismo nacional- da un empuje a la actividad de la mano del mercado británico, que es el único segmento extranjero que promete dinamismo para este año. Son las dos hipótesis que contempla el último informe de Exceltur sobre las previsiones para este ejercicio y que avala Marichal. En el primer caso, el crecimiento turístico esperado en España sería del 1,9%, en el segundo, del 2,6%.

Por eso, los hoteleros miran con atención el comportamiento del mercado inglés -que es un segmento especialmente importante para Tenerife-. "Si continúa la intención de compra con la potencia que muestra ahora -favorecida por la reciente devaluación del euro- los resultados de 2015 podrían llegar a ser similares a los de este año, pero es difícil saberlo ahora", matiza luego.

Pero el panorama no pinta tan bien para otros mercados emisores. El ruso seguirá disminuyendo en número de llegadas, y el alemán se ve amenazado por los "nubarrones" que amenazan la economía de ese país, lo que se traduciría, previsiblemente, en menos viajes al exterior. Sobre este último segmento, Marichal recuerda que subió en 2014 y confía en que, al final, no baje su peso -es el segundo mercado para el Archipiélago-.

En todo caso, Marichal advierte de que la competencia será "muy dura y amplia" tanto por los destinos que ya están operando como por los que se abrirán, a lo que se suma la bajada del precio del crudo, que hará más barato -previsiblemente- volar a algunos mercados competidores lejanos como Asia o el Caribe, lo que influirá en el número de paquetes que se vendan en las Islas porque, aunque el destino Canario es más barato, "el precio de los billetes puede ser determinante en otros competidores".

También hay turbulencias en la otra pata del mercado, el segmento nacional. Si bien ahora las rutas y frecuencias con la península ya no son un problema para Ashotel, que las califica de "suficientes", el problema es la poca oferta de empresas transportistas que hay, porque da pie a que establezcan unas tarifas "inasumibles" para las familias de la peninsular.

Por ello, Marichal urge a las líneas aéreas que trasladen el ahorro del combustible al precio de los billetes. "En el contexto actual, el turismo nacional debería crecer porque el problema que más lo afectaba era la situación económica -señala en alusión a la recuperación-. En cambio, lamenta, el ahorro del combustible "no es directamente proporcional" a una bajada del precio de los pasajes. "Los transportistas se escudan en excusas banales, estúpidas e interesadas para no repercutir la bajada del petróleo", arremete.

Marichal celebra que la rentabilidad haya mejorado en Canarias el año pasado -algo que atribuye a la calidad del producto- lo que es un buen inicio para la conversión del destino en uno "más de demanda que de oferta", pero advierte de que los hoteleros todavía ofrecen tarifas a niveles anteriores a 2009. "Todavía hay mucho precio perdido, y los costes han aumentado", advierte.

Por eso mismo, insiste en que las contrataciones laborales en su área "se ajustarán a la demanda". El año pasado, Gobierno regional instó a los hoteleros a contratar más y "devolver" así a la sociedad parte de lo que han ganado después de tres años de "boom" turístico, en línea con las críticas recurrentes de los sindicatos -que afirman que hoy mantienen menos puestos de trabajo que antes de la crisis-.

"Los hoteleros contratan a los que les hacen falta para garantizar un nivel de operatividad razonable, y la mejor prueba de que lo hacemos bien es el alto índice de repetidores debido al buen nivel de satisfacción", asegura.

"Echaremos de menos a los rusos"

La disminución del turismo ruso el año pasado -cabe recordar que en octubre de 2014, un euro se compraba con cerca de 50 rublos, pero en diciembre hacían faltan más de 90, aunque ahora el cambio ronda los 70- se tradujo en un retroceso de 20.000 visitantes -se pasó de 180.000 turistas a 160.000-. Se trata de un mercado que es importante, en particular, para Tenerife, y que registraba un crecimiento entre el 20% y 30% anual antes de la devaluación del rublo, por lo que hoy la cifra debería pasar ya de los 200.000. "Pero 20.000 turistas menos tiene la importancia que tiene en un segmento de 4,5 millones", contextualiza Marichal. En todo caso, su ausencia se nota tanto en los hoteles como en el comercio de media y alta gama porque, si bien no es muy numeroso, sí se caracteriza por su elevado poder de compra. "Los echaremos de menos", concluye.