La crisis abierta en CCOO Canarias, pese a las buenas palabras de ida y vuelta de lado y lado, parece haber entrado en un bucle que crece cada día en velocidad y fuerza. El exsecretario general de la organización, Juan Jesús Arteaga, advirtió ayer con claridad de que el conflicto "va a peor" y urgió a la Dirección Provisional recién nombrada a que rectifique, aunque el jueves pasado el líder del órgano, Fernando Lezcano, aseguró que trabaja -y también los suyos- con la idea de cerrar de las diferencias cuanto antes.

Arteaga "agradece" las palabras de Lezcano, pero confiesa que le suenan solo a un discurso "protocolario". Lamenta el "último gesto" de la organización que dirigió hasta tan solo el martes pasado al haberle negado ayer mismo sus instalaciones para efectuar una comparecencia ante los medios a fin de enviar un mensaje de despedida a los afiliados y de agradecimiento a los suyos.

"Lo que dice Lezcano es correcto y se le agradece, pero la celebración del congreso para fusionar las federaciones de comercio y banca -situación que está en el origen del problema al haber concluido las diferencias entre las partes en la suspensión cautelar de cinco miembros de la ejecutiva regional por parte de la confederal- es "imposible" si se insiste en la expulsión", alerta Arteaga.

"En CCOO parece consolidarse un modelo autoritario y centralista que pretende hacer de los cuadros medios meros ejecutores de las cabezas pensantes", ironiza.

Arteaga desmiente a Lezcano al afirmar que a los suyos no se les ofreció la posibilidad de integrar la Dirección Provisional y ve con preocupación que cada vez hay "menos" posibilidades de un arreglo pronto que evite una pérdida de afiliados.