Dos horas, tiempo al que sumará sus respuestas a la oposición, tendrá hoy el jefe del Ejecutivo regional, Paulino Rivero, en el debate sobre el estado de la nacionalidad, para resumir los últimos 365 días al frente del Gobierno, periodo de tiempo en el que el enfrentamiento con el Ejecutivo central y los tropiezos -fracaso en algunos casos- en algunos puntos de su gestión han sido una contante.

Un año en el que solo los datos macroeconómicos y el buen momento que atraviesa el sector turístico en las Islas parecen haber aliviado y aclarado el oscuro camino que, durante meses, ha recorrido el Ejecutivo de Rivero.

Durante este tiempo, y lejos de lograr el ansiado y anunciado consenso entre administraciones, el Gobierno regional ha mantenido una disputa continua con la Administración central, con el petróleo como primera causa, aunque también con otros asuntos de relevancia como la Ley de Renovación Turística o, incluso, la vital reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF).

Trescientos sesenta y cinco días en los que, además, el Ejecutivo de Rivero ha "suspendido" en materia social y sanitaria, según los principales actores implicados, cuyas quejas han ido arreciando con el paso de los meses.

Para muestra varios ejemplos: el plan contra la pobreza no termina de arrancar, los fallos en la Ley de Dependencia son habituales, las urgencias se colapsan en los hospitales de referencia y las listas de espera sanitaria, aunque bajan, siguen en cifras muy elevadas.

Un año de gobierno en el que, solo en la parte final, el gabinete de Rivero ha logrado apaciguar los ánimos de los principales sindicatos, que llegaron a amenazar con una huelga general de ámbito regional.

Trescientos sesenta y cinco días de gestión en los que la oposición, principalmente el Partido Popular, no ha dado tregua ni pie al mínimo error.

Pero no todo ha tenido una lectura negativa. El Gobierno ha cumplido durante el último año con algunos de los compromisos que los dos partidos que lo apoyan (CC y PSOE) suscribieron en junio de 2011. La siempre controvertida propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía, la nueva Ley de la Radio y Televisión Pública de Canarias, las leyes de cabildos y ayuntamientos, y la de Participación Institucional de las organizaciones sindicales y empresariales figuran entre las más destacadas.

Ayer, los dos grupos de la oposición ya calentaron el ambiente para la sesión de hoy. Por un lado, Australia Navarro, portavoz parlamentaria del PP, pronosticó que el presidente canario se va a "apropiar" del inicio de la recuperación económica sin hacer "autocrítica" sobre el alto nivel de paro de las Islas o la falta de reformas estructurales.

En una declaraciones recogidas por Europa Press, auguró Rivero hará un intervención "triunfalista", pero plagada de "llantos y quejas" contra el Estado. "Para nosotros, esta Legislatura está casi perdida porque el día a día de los canarios no está en la agenda del presidente, que está más preocupado por su supervivencia y el conflicto político", indicó.

Por otro, Román Rodríguez, portavoz del grupo mixto y líder de Nueva Canarias (NC), aventuró que Paulino Rivero evidenciará que carece de un proyecto para Canarias.

Rodríguez consideró que el presidente regional justificará la "fracasada" gestión en materia social, su "incapacidad" para dialogar y debatir y su "poco respeto" a las instituciones y los organismos de la comunidad, como el Parlamento, los cabildos, los ayuntamientos, los sindicatos y los sectores empresariales.