Las autoridades marroquíes no han autorizado a una delegación canaria a visitar en la cárcel de Salé, cerca de Rabat, a los presos saharauis condenados por la muerte de 11 agentes marroquíes durante el desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik, en noviembre de 2010 en el Sahara Occidental.

La delegación de cargos institucionales de la comunidad canaria, que llegó el domingo a Rabat y regresará mañana, ha informado en un comunicado de que se ha desplazado a la prisión de Sale I para "efectuar una visita de carácter estrictamente humanitario", aunque les ha sido denegada la entrada.

La delegación está compuesta por el consejero de NC en el Cabildo de Gran Canaria Carmelo Ramírez, la diputada de CC en el Parlamento de Canarias Claudina Morales, la concejala del Ayuntamiento de Telde Josefa Milán y la ex diputada socialista del Parlamento regional Teresa Morales.

En el comunicado, la delegación denuncia el encarcelamiento de militantes y activistas saharauis "condenados injustamente a durísimas penas de prisión" y reivindican la libertad sin cargos de todos los presos políticos "encarcelados sin pruebas convincentes y sin respetar las mínimas garantías procesales".

Así mismo, piden que "se ponga fin a la violación de los derechos humanos, las torturas, el allanamiento de viviendas, la violencia indiscriminada sobre la población saharaui y el expolio de los recursos naturales" en el Sahara Occidental.

El pasado mes de febrero, el Tribunal Militar de Rabat celebró un proceso contra los 25 saharauis acusados por los llamados "sucesos de Gdaim Izik" -el conflicto más grave registrado en el Sahara Occidental en los últimos 20 años-, y que finalizó con condenas de entre 20 años y cadena perpetua para 23 de ellos.