Los llamamientos a la desobediencia civil lanzados por diversas asociaciones profesionales y ONG ante la implantación de la reforma sanitaria que excluye de la prestación sanitaria pública y gratuita a las personas que no tengan residencia legal en España ha surtido efecto en las Islas y ya son más de 250 los médicos que están dispuestos a seguir tratando a sus pacientes, incluso saltándose los protocolos administrativos.

Así lo confirmaban ayer desde la plataforma Yo sí atiendo (inmigrantes), creada por un grupo de facultativos canarios reacios a "limitar el derecho universal a la salud".

"Hay casos en los que para los médicos que quieren atender a personas inmigrantes será muy difícil hacerlo, como es el caso de los cirujanos, ya que antes de llegar a una mesa de operaciones el paciente tiene que hacerse pruebas de todo tipo y, además de pasar por otros especialistas, ha de cumplir requisitos burocráticos relacionados con la asignación de citas y la historia clínica, pero hay otros en los que sí es más sencillo", confirmaba ayer el médico de familia y técnico de Salud Pública, además de portavoz de la plataforma Yo sí atiendo (inmigrantes), Ricardo Redondas, en referencia a los pacientes que acuden a los centros de salud.

"En un ambulatorio hay muchas más posibilidades de no dejar a ningún paciente sin atender independientemente de que tenga tarjeta sanitaria, historia clínica o lo que sea, porque los médicos pueden citarlos directamente con ellos o decirles que los avisen de que están allí.... Hay múltiples posibilidades y, en la gran mayoría de casos, dependen de la voluntad del propio facultativo".

La situación en la que van a quedar los enfermos crónicos, los oncológicos, los pacientes con VIH y, sobre todo, los que padecen algún tipo de trastorno mental es lo que más preocupa al colectivo médico, según confirma Redondas.

"Son profesionales que llevan mucho tiempo, incluso años, viendo a pacientes y haciéndoles un seguimiento exhaustivo de su enfermedad y que ahora no están dispuestos a dejar de hacerlo por diversos motivos: primero porque su ética se lo prohíbe y segundo porque supone un grave riesgo para la salud de los pacientes", añade el experto.

Y es que si bien la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) ha recogido 51 objeciones de conciencia de médicos canarios en la web que ha creado para este fin, la plataforma Yo sí atiendo ha presentado más de 200, en concreto 203, en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y tiene previsto presentar otras tantas en los primeros días de septiembre, por lo que ya serían un mínimo de 254 los facultativos canarios que se niegan a cumplir con la restricción sanitaria a los inmigrantes y que están dispuestos a atenderlos.

"El rechazo a la medida es generalizada", confirma el portavoz de esta plataforma nacida en Facebook y que no para de crecer.

Sin embargo, otro aspecto que inquieta al colectivo médico del Archipiélago es el hecho de que desde la Consejería de Sanidad no se aclare cómo se va a aplicar esta norma ni se haya dictado una instrucción para el personal.

"En otras comunidades autónomas se han hecho planteamientos que ayudan a saber qué va a pasar; así, en Cataluña se va a atender a todos los inmigrantes que lleven más de 90 días en esa comunidad. Esto crea seguridad porque se sabe a qué atenerse, pero en Canarias no se sabe nada de nada y las manifestaciones de los responsables de la Consejería son ambiguas, y primero parece una cosa y luego la contraria, así que son los propios profesionales los que tienen que interpretarla y decidir en última instancia qué hacer", sentencia Redondas.