El Gobierno regional y los grupos que lo sostienen -CC y el PSC- ayer centraron su argumentario en defensa de los ajustes presupuestarios aprobados en las Islas en dos ideas: el Estado "obligó" al Ejecutivo autonómico a tomar esas medidas -que incluyeron la subida y creación de varios impuestos- y, además, son necesarias para mantener la prestación de los servicios públicos en Canarias.

Tras recordar los grandes rasgos del ajuste adoptado el mes pasado, el consejero de Economía y Hacienda, Javier González Ortiz, se refirió al esfuerzo "injusto y desproporcionado" impuesto por el Estado a las Islas, que pone en peligro el crecimiento económico que registró el Archipiélago en 2011 y fue el primero en afirmar que las medidas de Gobierno canario fueron "obligadas" por esa circunstancia.

El portavoz del grupo mixto y presidente de NC, Román Rodríguez, rechazó la subida fiscal tal y como la propuso el Ejecutivo regional, que tildó de "tardía y mala", al tiempo que criticó los recortes, que calificó de "inaceptables".

Sobre la subida del IGIC, criticó que el tipo reducido haya sido el que más creció en términos porcentuales -50%- cuando afecta más a las familias empobrecidas, mientras que ve insuficiente el que grava los artículos de lujo.

El portavoz socialista en materia económica, Manuel Marcos Pérez, defendió que "el Gobierno ha tenido que hacer lo que le obligaron a hacer" y aseguró que se enfrentó a unos "imprevisibles" recortes del Estado, pues el PP los "escondió" en la pasada campaña electoral.

En este sentido, Pérez apuntó que si el Estado sigue recortando las inversiones y suprimiendo lo público, "va a dinamitar el Estado de Bienestar" y recordó que, pese a que la tasa del paro juvenil en las Islas es del 54%, el Ejecutivo central incrementó las tasas universitarias, recortó las becas y pondrá más alumnos por aula.

Para el PSC, Canarias paga con los ajustes estatales el "pecado mortal" de haber dejado fuera del Gobierno al PP. "Toca redimirnos a través del sufrimiento, según la tesis moralista de la derecha de sufrir para salir de la crisis".

El portavoz del grupo de los nacionalistas canarios, José Miguel Barragán, justificó la subida de los impuestos y la bajada del 5% a los sueldos de los empleados públicos en la necesidad de mantener los servicios básicos. Sin más presión fiscal, "habría que recortar las cuentas en 800 millones", insistió.

"A nadie le gusta una subida de impuestos", remarcó, "y las Islas llevan muchos años sin aumentar los tributos", lamentó ante las quejas de empresarios y otros colectivos.

Pero a pesar de que Canarias es la tercera autonomía que "mejor" cumple con el objetivo del déficit, recordó de nuevo CC, el Estado reparte "por igual las cinco manzanas que tiene para los 17 niños con hay con hambre", en alusión a las comunidades autónomas. "Lo hace así con independencia de quienes cumplieron y quienes no lo hicieron", recriminó al PP.

El diputado popular Miguel Cabrera tensó al cuerda al ironizar con que, tras 15 días de ausencia, el Ejecutivo subió los impuestos y creó otros "de dudosa legalidad", por lo que criticó el "desvarío" administrativo y la "bacanal tributaria". "Estoy perplejo como el Ejecutivo canario se entrega a una orgía impositiva y se niega, al mismo tiempo, a otras fuentes de riqueza como el petróleo, suprimir la Policía Canaria, que es muy cara, y privatizar la Radiotelevisión canaria", añadió.

Ante las acusaciones de CC y el PSC por la responsabilidad última de los recortes, Cabrera replicó que "todos sabíamos que ustedes inflaban las previsiones de ingresos presupuestarios de 2012 para culpar al Estado de ello, en vez de asumir su propia incompetencia".