Pese a la aprobación de los presupuestos de la Comunidad Autónoma en unos términos no demasiado favorables para las univer- sidades canarias, los rectores y el Gobierno buscan fórmulas de última hora para facilitar que las instituciones académicas reciban las cantidades que tenían comprometidas, y que se les adeudan, de forma que puedan finalizar las infraestructuras pendientes.

Los rectores Eduardo Doménech (ULL) y José Regidor (ULPGC); el viceconsejero de Hacienda, Jesús Velayos; y el director general de Universidades, Carlos Guitián, mantuvieron ayer un encuentro en el que acordaron reunirse durante el próximo mes para que los centros docentes puedan percibir "si no toda, al menos la mayor parte" de la cantidad que se les adeuda, explicó Doménech.

De esta forma, parece que las universidades dejan en suspenso la decisión de denunciar al Ejecutivo por el incumplimiento del contrato-programa -el instrumento mediante el que la Administración regional financia a estas instituciones de enseñanza superior-, tal y como habían anunciado que harían si los presupuestos autonómicos no recogían la deuda contraída con ellas.

Las cuentas, ya aprobadas, solo se refieren a la próxima inclusión de estas cantidades en un futuro contrato-programa que aún ha de negociarse, una solución que no convence a la ULL y la ULPGC, entre otras cosas porque el propio Gobierno ha liquidado unilateralmente el actual convenio antes de que finalizara su vigencia, lo que da una idea, a su entender, de la escasa seguridad jurídica y económica que ofrece esta herramienta de financiación.

Lo que ahora intentarán Gobierno canario y universidades es salvar parte de esa deuda al margen de un próximo contrato-programa, sea mediante un plan plurianual de infraestructuras -la fórmula que han propuesto los rectores- o con alguna otra alternativa que tendrán que arbitrar en el próximo mes.

Bellas Artes esperará

Las obras pendientes en la ULL son la nueva Facultad de Bellas Artes y la ampliación de la escuela de Informática. Los presupuestos de la Universidad contemplan tres millones para la primera y uno para la segunda. En ninguno de los casos alcanzan estas cantidades para terminarlas -a Bellas Artes le faltan ocho millones más además del equipamiento-, por lo que la posibilidad de que el centro abra en 2012, como estaba previsto inicialmente, se desvanece.

No obstante, Doménech mantiene la esperanza de que una negociación con la empresa que ejecuta la obra permita, si se garantiza que se le pueda abonar todo el dinero en 2013, poner la nueva facultad en funcionamiento en el segundo cuatrimestre del próximo curso.

En el caso de que las universidades reciban todas las cantidades pendientes en 2013 -"no estamos seguros de que sea así, pero es lo que vamos a intentar", apuntó el rector de la ULL-, también cabría plantearse el inicio de otros proyectos de infraestructuras. El más importante de los que maneja la Universidad es la nueva facultad de Educación, que irá ubicada en una parcela del campus de Guajara cercana a Bellas Artes, pero Doménech no se atreve aún a poner fecha al comienzo de las obras.