Marisa Tejedor, Matías López, José Gómez Soliño, Ángel Gutiérrez, Eduardo Doménech y... de nuevo Eduardo Doménech. Las urnas revalidaron ayer al catedrático de Pediatría como rector de la Universidad de La Laguna (ULL), un logro histórico si se tiene en cuenta que ningún máximo dirigente de la institución había repetido mandato en las últimas décadas. Hay que remontarse hasta la década de los sesenta para encontrar un rector con más de cinco años en el cargo.

Doménech dispondrá, de esta manera, de otros cuatro años para "consolidar el cambio", un mensaje que ha repetido insistentemente durante su campaña electoral. La consecución de un contrato-programa que asegura la financiación universitaria -aunque haya sido temporalmente incumplido por el Gobierno de Canarias-, la consideración del proyecto presentado junto a la Universidad de Las Palmas como Campus de Excelencia de ámbito regional, la eliminación del déficit de la ULL y el fin de la "sensación de desánimo generalizado" que, a su juicio, se respiraba en el centro hace cuatro años son las principales razones que ha exhibido el actual rector para solicitar la confianza del electorado y que han terminado por convencer a éste.

En cambio, el "nuevo impulso" que pretendía imprimir a la Universidad el candidato "alternativo", Javier Marrero, no ha encontrado el suficiente eco en los votantes. Sí obtuvo un llamativo respaldo en cifras absolutas -3.264 sufragios frente a los 2.349 cosechados por Doménech-, pero el sistema de ponderación que rige los comicios universitarios, y que concede más peso al voto de unos sectores que a otros, inclinó la balanza hacia su contrincante.

Así, una vez efectuado el cálculo correspondiente a esta ponderación, el actual rector acaparó un 52,4% de los votos y Marrero se quedó con un 47,6%. El factor clave de la victoria de Doménech ha sido el apoyo del profesorado doctor, el que concentra una mayor ponderación de voto, el 51% del total. También el personal docente e investigador sin la condición de doctor -con un menor peso, el 9%- optó por él.

En cambio, los alumnos y el personal de administración y servicios -sectores que suponen, respectivamente, un 30% y un 10% del total del voto- prefirieron a Javier Marrero. De hecho, la cifra de estudiantes que le votaron -2.454- supera incluso al número total de sufragios que consiguió su rival.

En cuanto a la participación, descendió en todos los sectores de la comunidad universitaria respecto a las anteriores elecciones -celebradas en el año 2007- salvo en el personal administrativo, donde se incrementó ligeramente, desde el 73 al 74%. La afluencia a las urnas del profesorado funcionario doctor ha bajado del 85,6% al 83,35%, y el de los docentes con otras categorías, del 66,3% al 60,2%. Nuevamente, el estudiantado ha sido el sector menos implicado, con un 15,58% de participación, frente al 17,8% de 2007.

Al poco de conocerse los resultados, el candidato ganador definía a Javier Marrero -quien lo llamó para felicitarlo- como "un digno rival" y atribuía su triunfo al reconocimiento por parte de los universitarios -especialmente del profesorado matizó- del trabajo realizado durante el mandato. "Es verdad que solo hemos obtenido el apoyo del 33% de los estudiantes", reconoció Eduardo Doménech, quien, no obstante, destacó que "se ha roto el maleficio" que impedía que un rector fuera reelegido.

Sobre el sentido del voto de los alumnos, el rector admitió que ha recibido "una señal de aviso" y avanzó que pretende poner "más ahínco en propiciar el diálogo y la participación de este sector". En este sentido, confió en el efecto que pueda tener el Estatuto del Estudiante Universitario y abogó por impulsar la implicación del alumnado en los órganos de los centros y las facultades y establecer "más canales de diálogo".

Los retos que de forma más inmediata afronta el reelegido rector son la preparación del próximo curso, así como habilitar nuevas plazas de profesorado para que "la carga docente no sea excesiva y redunde en una mejor enseñanza dentro de los títulos adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior", de manera que se pueda aplicar la metodología asociada a este proceso. Igualmente, resaltó la necesidad de acelerar la cobertura de las plazas vacantes de la aprobada ampliación de la plantilla de personal de administración y servicios.

el perdedor

"Se ha abierto una senda"

El candidato derrotado, Javier Marrero, afirmó que "ha sido un honor concurrir a estos comicios con un candidato como Eduardo Doménech", al tiempo que opinó que las elecciones celebradas ayer han abierto "una senda para caminar hacia otro tipo de universidad, que es posible". El catedrático de Didáctica agradeció el trabajo desarrollado por su equipo, así como el respaldo que le han brindado en las urnas los sectores del alumnado y el personal de administración y servicios. En este sentido, se refirió al sistema de votación, que calificó de "claramente mejorable" y recordó la urgencia de aprobar unos nuevos estatutos de la Universidad que permitan modificarlo. Respecto a las perspectivas del nuevo mandato de Doménech, le sugirió "que procure escuchar más a los alumnos y el PAS", un sector, añadió, que cuenta con "magníficos profesionales con gran capacidad de trabajo y que pueden colaborar para que la ULL funcione de una forma más intensa si son escuchados".

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