Treinta y dos alumnos de la Universidad de La Laguna (ULL) obtuvieron el curso pasado las becas de excelencia que concede el Gobierno de Canarias, dotadas con 3.000 euros y pensadas para estimular el esfuerzo y la constancia y convertir a estos alumnos en un referente para sus compañeros. La nota media de los beneficiados, que aprobaron todos los créditos de los que se matricularon, superó el 7,5.

Podría pensarse que este brillante expediente supondrá una garantía a la hora de acceder un puesto de trabajo, pero ellos, conscientes de los estragos que la actual crisis económica ha hecho en el mercado laboral, no lo tienen tan claro. "Hoy día no podemos hablar de garantías, sino de mayores posibilidades", indica uno de estos chicos, Cristian Machado, que cursa estudios de Educación.

Perciben que el mercado de trabajo "está muy cerrado" y que la competencia es máxima. "No vamos a salir y encontrar directamente un empleo", argumenta Cristian, "pero un buen expediente ayuda mucho a ser de los primeros de la cola".

Zenaida Hernández, de Física, tiene una opinión similar: "No tiene por qué ser una garantía, pero sí una gran ventaja". Pese a valorar la ayuda que supone el expediente, se muestra escéptica y cree que, en muchas ocasiones, acceder a un buen puesto de trabajo es cuestión de "suerte y buenos contactos".

"Cuanta más nota, más posibilidades", dice Arturo Navarro, que estudia Derecho y parece coincidir con el discurso de las instituciones en que la cultura del esfuerzo "hace que salga más gente preparada y con opciones de hacer frente a los problemas, entre ellos el paro". Lo que une a los jóvenes es su intención de continuar formándose tras su titulación.

El presidente del Gobierno autónomo, Paulino Rivero, elogió la "perseverancia" de los becarios, pero les advirtió de que "nadie les va a regalar nada". "Lo importante es que todos dediquemos todo nuestro empeño a hacerlo bien y cambiaremos las cosas a mejor", afirmó Rivero, quien aportó datos sobre otras ayudas que otorga la Comunidad Autónoma, las destinadas a compensar las dificultades sociales, económicas o familiares de los alumnos, de las que disfrutan 11.000 de los aproximadamente 44.000 estudiantes universitarios canarios.

Por su parte, el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, reclamó a los jóvenes "un compromiso con la comunidad y con el resto de los ciudadanos" y los consideró un ejemplo de que "la confianza y los recursos que se depositan en la Universidad dan sus frutos".