El lugar no demasiado destacado que suele ocupar la Universidad de La Laguna (ULL) en los ránking que miden la calidad investigadora es motivo de preocupación durante los últimos meses para los gestores del centro académico. Uno de los principales especialistas españoles en los indicadores de calidad que rigen la confección de estos estudios, Félix Moya -del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-, abordó ayer este asunto en la ULL y proporcionó algunas claves que explican esta situación. Una de ellas, según el experto, es el escaso nivel de colaboración con otras instituciones universitarias nacionales o internacionales que se da en los trabajos de investigación desarrollados por personal de la Universidad tinerfeña, un 33% de los cuales es obra sólo de investigadores del propio centro.

El grupo de investigación que dirige Moya -Scimago- ha elaborado un ránking que mide la producción científica de más de 2.000 instituciones de ochenta países. Según los datos de esta clasificación -correspondientes al año 2007-, un 39% de los trabajos de investigación de la ULL se hizo en colaboración con otras entidades internacionales y un 28% con instituciones españolas.

Las Palmas, por debajo

El ránking -o, más bien, el conjunto de ellos- que ha confeccionado Scimago coloca a la Universidad de La Laguna en el puesto 38 de cincuenta universidades españolas en lo que se refiere al impacto de sus publicaciones científicas. En este aspecto, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) figura en el lugar 46.

La de La Laguna es una de las 17 instituciones académicas españolas que se encuentran por debajo de la media mundial en cuanto al nivel de impacto de sus trabajos de investigación.

Respecto al volumen de su producción científica, la ULL se sitúa en el puesto 26, una posición, a juicio de Félix Moya, "razonable a su tamaño como universidad".

Los estudios del grupo Scimago demuestran que, en lo relativo a la repercusión de sus trabajos, "la mayor parte de las universidades europeas se encuentran solapadas -a parecido nivel- respecto a las de Estados Unidos", pese al "modelo mental" que otorga una clara superioridad a las norteamericanas. Sin embargo, admitió Moya, Europa no dispone de instituciones de la excelencia de Harvard y algunas más.

En cuanto a las universidades españolas, "el nivel es superior a lo que indica nuestra propia percepción, aunque es cierto que no tenemos universidades excelentes", comentó el especialista del CSIC.

El sistema universitario español es, desde el punto de vista de la investigación, "bastante homogéneo", sin grandes diferencias entre unos centros y otros, señaló Moya, para quien España se encuentra "en una situación intermedia" en este sentido.

En Canarias se genera un 2,6% de la producción científica del país dentro de un panorama "muy desequilibrado" en el que el peso mayoritario lo tienen Madrid (29%) y Cataluña (20%), regiones que acaparan las inversiones privadas que llegan a España. Además, la fractura entre estas comunidades y el resto no deja de ampliarse.

Sin embargo, desde el punto de vista cualitativo, las Islas están cerca de un punto por encima de la media mundial.