La Consejería de Educación se ha topado con el primer conflicto del curso 2009-2010, una confrontación que, según los sindicatos, será "inevitable" mientras el Gobierno mantenga su voluntad de modificar los criterios mediante los que se ordenan las listas de interinos y sustitutos para que primen los resultados de las oposiciones sobre la antigüedad y la experiencia, algo que, a juicio de estas organizaciones, puede acarrear la pérdida de unos 3.000 puestos de trabajo y, además, "no garantiza la estabilidad laboral a nadie".

Una representación de delegados sindicales se concentró ayer ante las sedes de la Consejería de Educación, donde solicitó una reunión con su titular, Milagros Luis. Entre las intenciones de estas organizaciones figura la de adoptar medidas legales y denunciar ante la Justicia -cuando se publique- la orden que regulará el cambio de las listas, tanto por su contenido como por las formas empleadas por la Administración, que, al plantear el asunto en la mesa de funcionarios y no en la sectorial, les ha negado, segun Pedro Crespo, portavoz de ANPE, el derecho a la negociación.

Los sindicatos sostienen que el nuevo sistema de ordenación de las listas "perjudica tanto a los trabajadores con más experiencia acreditada como al resto de colectivos afectados (sean interinos, sustitutos o aspirantes a entrar en las listas), ya que unos y otros tendrán que estar validando permanentemente su pertenencia y permanencia en las listas mediante ese sistema de exámenes". La cifra de afectados podría ascender, de acuerdo a los cálculos de los sindicatos, a unos 7.000 trabajadores.

El de ayer fue, según Adolfo Padrón, de EA-Canarias, el "primer aviso" al Gobierno, que, de no retirar el borrador de orden, deberá enfrentarse a movilizaciones.

Los grupos políticos empezaron ayer a escenificar sus posiciones en este asunto. Durante una comisión parlamentaria, Marisa Zamora, de CC, planteó el debate en estos términos: "¿A quién hay que premiar: a quien pasa de examinarse o a quien deja a su familia y se sacrifica para sacar las oposiciones?". Por su parte, la socialista Rita Gómez advirtió de que el problema "es demasiado grave para tocarlo de pasada y descalificar a trabajadores de la enseñanza que durante años han sacado las castañas del fuego a la Consejería".