Ha transcurrido casi un mes desde que el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, se sacara de la chistera su famoso gobierno de concentración -término, por cierto, empleado durante el fallido golpe de Estado del 23-F- y se desconocen las medidas que ha puesto en marcha la corporación capitalina para hacer frente a la crisis económica que justificó tal propuesta. No es extraño que continúen las dudas sobre las verdaderas intenciones del regidor cuando anunció su desconcertante idea. ¿Pretendía debilitar al primer teniente de alcalde, Ángel Salvador Llanos Castro, ahora convertido en exterminador de trabajadores que no comulguen con su ideología? ¿Intentaba poner orden en el grupo de Coalición Canaria, donde habían surgido algunos díscolos? ¿Trataba de satisfacer al presidente del Comité Local de CC, José Manuel Bermúdez, a quien en ningún momento consultó la operación? Sea una cosa u otra, o todas a la vez, lo cierto es que ha pasado un mes y los vecinos de Santa Cruz continúan sufriendo los efectos de la crisis y en el ayuntamiento, tanto gobierno como oposición, siguen discutiendo si sale adelante o no la polémica oferta de Zerolo.

No han tenido suficiente con un mes para reflexionar y caer en la cuenta de que Santa Cruz lo que verdaderamente necesita no es que el equipo de gobierno tenga más o menos concejales, sino que estos sean eficientes y capaces, algo que ahora mismo está en duda. Repetimos lo dicho en su día por el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García. Para hacer frente a la crisis económica cuando se tiene una mayoría como la que conforman CC y PP en la capital tinerfeña, no hace falta engordar más el gobierno de la ciudad, sino presentar iniciativas que ayuden a los ciudadanos a paliar las carencias que les provoca la falta de recursos, empezando por los más necesitados.

Llegados a este punto, la conclusión es bastante sencilla. Los efectos de la crisis económica en los vecinos de Santa Cruz preocupan bastante poco a sus regidores municipales. Lo que verdaderamente les ocupa es mantenerse en el poder o alcanzarlo en algún momento. Mientras tanto, el ciudadano contempla con estupor las batallas internas en las distintas organizaciones. Es lo único que ha logrado Zerolo, dividir a los partidos de la oposición y eso realmente no contribuye a aunar esfuerzos para luchar contra la crisis, sino todo lo contrario. Aún están a tiempo de reconducir la situación y ponerse a trabajar por Santa Cruz, que para eso fueron elegidos.