En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
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María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.
María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
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María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
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María Candelaria Rodríguez, presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria
Andrés Gutiérrez
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En una parcela hay dos hileras de paja y en la de al lado, solo una. Son finas, poco abundantes, mínimas. Tan escasas que por un momento pudiera parecer que se trata de un excedente que quedó ahí tras haber finalizado las labores de recolección. Pero no. Son huertas recién segadas y sobre las que reposa lo poco que dio la campaña de este año. La imagen es el reflejo nítido de que el cereal lagunero no ha escapado a los efectos de la sequía en Tenerife. La cifra que aporta la presidenta de la Cooperativa del Campo La Candelaria, María Candelaria Rodríguez, deja clara la hecatombe: la cosecha tanto de grano como de paja para alimentar al ganado ha caído alrededor de un 90% en relación a anteriores ejercicios.