El peligroso motivo por el que no se ha de calentar este líquido en el microondas

Con el microondas se pueden hacer infinidad de cosas, desde calentar y descongelar la comida, hasta desinfectar estropajos para eliminar gérmenes y bacterias a la hora de fregar la vajilla, pero hay otras que no son recomendables hacer.

El microondas se ha convertido en una herramienta fundamental en nuestros hogares. Es la máxima expresión de la conveniencia y la eficiencia. Pero no vale absolutamente todo a la hora de gastar este electrodoméstico.

Precaución con el agua

El microondas desprende ondas electromagnéticas que calientan los alimentos aunque de forma desigual, por eso que el plato gira sobre sí mismo.

Cuando se calienta agua en un horno microondas, no se suelen producir las típicas burbujas que surgen al hervir en la vitrocerámica o en la cocina de gas. El microondas calienta por radiación, orientando las moléculas del agua en un sentido y cuando calentamos agua en una olla el calor se transfiere por convección, de abajo a arriba.

Si se intenta hervir el agua en el microondas, esta puede llegar a un punto de sobrecalentamiento, esto quiere decir que si el agua hierve a 100ºC, un litro de agua se sobrecalienta a solo 1ºC (es decir, se sobrecalienta a 101ºC sin hervir a presión normal) y de ese litro se podrían producir tres litros de vapor y un mínimo movimiento puede provocar que el agua salga despedida del recipiente a gran velocidad y podría provocar quemaduras. Por lo que al introducir algún objeto, como una cucharilla, una vez se ha producido este sobrecalentamiento, o mover el recipiente, las burbujas podrían aparecer violentamente y proyectar agua hirviendo hacia fuera.