No es circunstancia común la de sumar décadas después de un siglo, ni para las personas, ni para los proyectos. Pocas veces se alcanza la línea del centenario, menos veces son las que se sobrepasa y se abre camino para seguir andando. Si hablamos de personas, más bien es cosa de la suerte de la salud, pero si hablamos de proyectos, es cosa de los cimientos, de la constancia y el sacrificio. Así lo está logrando en este 2020 el periódico EL DÍA. En 2010 rozaba la centena de anualidades y ahora celebra seguir vivo otra década más, 110 años de información, con todos sus meses, con todas sus semanas, con todos sus días, y cada uno de estos un periódico distinto que parte desde cero, que se llena de contenido gracias al siempre necesario oficio del periodismo y la comunicación, a las personas que lo desarrollan.

Nacido bajo la cabecera de La Prensa como antesala histórica impulsada por Leoncio Rodríguez, cambiando su denominación a la actualmente conocida como EL DÍA, incorporándose más recientemente al Grupo Editorial Prensa Ibérica como sostén para la continuidad en estos últimos años, ha sido mucho lo escrito y contado a través de las páginas de este proyecto de comunicación, fiel reflejo de la actualidad de ayer y de hoy de Tenerife, de las Islas Canarias, de todo lo que nos rodea, esa rabiosa actualidad que al día siguiente ya se convierte en historia para dejar hueco a nuevas cosas que contar. Así es el periodismo, así ha sido EL DÍA, instantáneo, efímero, caduco por necesidad, pero siempre en constante movimiento para la generación de nuevos documentos a los que poder acudir en el futuro para entender de dónde venimos, lo que fuimos.

Y ahí, entre sus páginas y su información multidisciplinar, de un tiempo a esta parte también en formatos digitales, ha tenido cabida mucho de lo que Los Realejos fue y viene siendo, nuestra configuración en dos mitades, nuestra histórica fusión en un único municipio, los usos y costumbres de nuestra gente, nuestros designios socioeconómicos y políticos, se ha resaltado nuestro patrimonio y nuestros recursos y atractivos naturales, se nos ha “tirado de las orejas” en ocasiones como dirigentes con responsabilidades y se nos ha dejado contar como administración pública aquello que hemos entendido de interés general para la ciudadanía realejera. Ha sido, en definitiva, una sana y vital herramienta para informar a la población y alimentar su espíritu crítico, para crear y sentar letras para la historia en general, de Los Realejos en particular.

No me queda más que agradecer públicamente en nombre de realejeras y realejeros esta importante labor social que ha venido desempeñando este proyecto de comunicación periodística, máxime cuando la trayectoria viene avalada por tantos años y tantos días de papel tintado. Transmito así la enhorabuena por esta efeméride al propio grupo editorial, a la dirección, a los distintos departamentos y equipos redactores, gráficos, comerciales y toda la plantilla que hace necesario cada nuevo periódico EL DÍA en los kioscos, en los bares, en las oficinas, en las casas, en los edificios públicos, esos a los que entran cada mañana pasando por tantas manos sin realmente pararse a pensar y sentir lo que decíamos, que están creando y sentando letras para la historia.