Sin duda, uno de los sectores que mayor evolución han demostrado ante el desarrollo tecnológico es el de los medios de comunicación. Innovación, adaptación y reinvención son solo algunos quehaceres que han tenido que aplicar, a la vanguardia del cambio, ya que así lo requiere la actualidad y lo requiere el compromiso con la veracidad y el rigor.

Siempre he sentido un gran respeto por los medios de comunicación y los profesionales de la información, en ellos y ellas recae una gran responsabilidad. Si el conocimiento es la base de las libertades, trasladar lo que ocurre en nuestro entorno es esencial para construir una sociedad justa y crítica.

En esta publicación me gustaría felicitar al equipo que hace posible que el periódico EL DÍA nos informe, forme y entretenga cada día desde el año 1939. El periódico suma más de 130.000 lectores diarios en papel y casi 400.000 usuarios únicos al mes en digital, su compromiso con la sociedad canaria refleja los valores mencionados anteriormente y demuestra que la tarea que realizan es un servicio de primera necesidad, especialmente en este momento donde las noticias falsas y los bulos proliferan en un ambiente marcado por la posverdad.

Recientemente escuchaba una entrevista a la periodista Rosa María Calaf en la que decía que “cualquier gran información internacional ha empezado gracias a un periodista local”. Como alcaldesa de Candelaria y presidenta de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) sé que nuestros medios locales marcan la diferencia y el ritmo de cada ciudad, barrio y pueblo de Canarias, estos son un altavoz para los comercios locales y las pymes, también para la cultura, el deporte y el arte, sirven como amplificador de las novedades y los cambios, y a través de ellos conocemos la vida y las historias de personas de cualquier punto de nuestras islas, por muy remoto que sea, porque así es el periodismo local, nos cuenta la vida desde todos los puntos de vista. Esta labor, de valor incalculable, es espejo y puerta, espejo porque refleja nuestras acciones, lo que estamos haciendo, hacia dónde caminamos y qué debemos mejorar; y puerta de la aldea global, donde un acontecimiento pequeño en determinada parte del mundo puede tener efectos y ser conocido a escala mundial.

En definitiva, el desarrollo local también está vinculado a nuestros medios, a nuestros periodistas, a los colaboradores, al personal técnico y a las fuentes expertas que nos traen a casa lo que sucede cada día, como es el caso del periódico EL DÍA. Gracias por ser puerta y espejo y, sobre todo, enhorabuena por estos 110 años de servicio público.