Cuando Leoncio Rodríguez decidió fundar el periódico La Prensa, nuestro archipiélago era muy diferente al de hoy. La emigración hacia tierras americanas suponía una alternativa muy atrayente para gran parte de los 440.000 habitantes de entonces, de los que el 74% era analfabeto, la agricultura seguía siendo la base de su débil economía y las comunicaciones con el exterior eran bastante precarias. Ese era el panorama del sábado 15 de octubre de 1910, cuando salió el primer número del periódico que hoy cumple 110 años.

Desde aquel momento, sus páginas han reflejado el acontecer diario de nuestra tierra. Dicen que el periodismo es la historia del presente y la historia es el periodismo del pasado. EL DÍA ha sido testigo de la evolución producida en todo ese tiempo y ha dado fe de esa formidable transformación, relatando con veracidad nuestra pequeña historia.

Vivimos momentos complicados para todos y, por supuesto, el mundo de la comunicación no es ajeno a estas dificultades. Desde algunos medios televisivos se promueve el entretenimiento vacío donde parece estar prohibida la reflexión. Se consume la distracción burda que no respeta la intimidad de las personas. La calumnia y el insulto forman parte de lo cotidiano, el bulo en las redes sociales sustituye al comportamiento ético y negar evidencias científicas se ha convertido en una moda. Con inquietud vemos que se extiende el mal gusto basado en la superficialidad y los que nos resistimos a aceptar un mundo así debemos apoyar al periodismo responsable para que sirva de contrapeso a la frivolidad que nos envuelve.

El bulo en las redes sociales sustituye al comportamiento ético y negar evidencias científicas se ha convertido en una moda

La celebración del aniversario del periódico EL DÍA es una buena oportunidad para expresar, desde la Diputación del Común, nuestra preocupación por la vulneración del derecho a la información veraz, recogido en el artículo 20 de nuestra Constitución. La información falsa en medios informativos y en redes sociales es un claro atentado contra la libertad de expresión, que tiene su límite en el respeto a los derechos expresados en la propia Carta Magna, especialmente al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

Es oportuno hacer un llamamiento a la responsabilidad colectiva. Es preciso no dar crédito a las informaciones que vienen de medios desconocidos. Es necesario distinguir entre la seriedad informativa y los bulos que abundan hoy más que nunca. Es urgente hacer un esfuerzo para que el periodismo serio lleve a cabo la función social que tiene encomendada. EL DÍA, después de vivir distintas etapas en su extenso recorrido, hoy celebra los 110 años con el compromiso ético del rigor informativo. Felicidades.