El móvil puede convertirse en una pesadilla, en la herramienta que utilizan los ciberacosadores. Suelen buscar a las mismas víctimas: chicas, de unos 13 años que destacan por algún motivo y con una familia de perfil convencional (padre, madre y hermanos). Lo certifica un informe que alerta de que llega a pasar todo un curso sin que las víctimas se atrevan a contarlo.