En el momento de realizar esta entrevista se cumplen precisamente dos años de las elecciones de 2019 que trajeron un vuelco político a Canarias. ¿Qué balance hace de la labor realizada por el Gobierno?

No me corresponde a mí esa valoración; debo mantener la neutralidad institucional, aunque por supuesto tengo opinión. Sin entrar en un análisis que pudiera entenderse partidista, lo que siempre destaco es la madurez y solidez de las instituciones democráticas de Canarias, especialmente del Parlamento. Estamos viviendo una etapa nueva en esta décima legislatura por muchas circunstancias: de tipo político, de carácter social como consecuencia de la crisis por el COVID-19, pero creo que las instituciones han respondido con esa madurez y esa solidez.

¿Y cómo cree que lo está haciendo la oposición?

Al hablar de la madurez de las instituciones canarias, creo que a la oposición le corresponde un papel muy destacado. Creo que lo está realizando. El que fuera en Canarias el principal partido de Gobierno durante muchos años es hoy el principal partido de la oposición, y se ha hecho con toda naturalidad, con altura. Como consecuencia de ello, solo puedo considerar positiva la normalidad con que se desarrolla la vida parlamentaria, con una oposición que realiza su trabajo como corresponde en una democracia. Como alguien que ha estado muchos años en la oposición, valoro mucho esa labor.

¿Hay en la Cámara canaria la crispación que sí se ve en otros parlamentos de España?

Creo que los canarios y canarias pueden mirar a su Parlamento con cierto orgullo, en el sentido de que transmitimos una imagen de seriedad, desde diferentes formas de ver las islas pero donde el punto de encuentro siempre existe. Son más los asuntos que se consensuan y que se acuerdan por unanimidad que los que encuentran discrepancias. La política canaria lleva en su ADN la negociación desde siempre y eso se nota. En este sentido, creo que el Parlamento de Canarias es ejemplar.

¿Qué ha significado la pandemia para el Parlamento de Canarias?

Sobre todo ha puesto de manifiesto la necesidad de modernizarse a toda velocidad. Había algunas cuestiones en marcha para utilizar todas las herramientas que la tecnología nos ofrece y que no se habían incorporado a la vida parlamentaria, pero la pandemia ha hecho que tuviésemos que acelerarlo. Tengamos en cuenta, además, que este ha sido, probablemente, el parlamento que más dificultades ha tenido para continuar con su actividad, debido a las circunscripciones insulares y la imposibilidad de desplazamiento de los propios diputados. Sin embargo, la Cámara no ha parado su actividad ni un solo día y la pandemia ha servido, entre otras cosas, para acelerar el proceso de modernización hasta convertirlo hoy en unos de los parlamentos más avanzados de Europa y el más avanzado de España en estas cuestiones.

¿Habrá ley electoral antes noviembre?

Confío en que sí. Celebraremos unas jornadas de estudio de la reforma a petición de los grupos parlamentarios y será antes de que finalice el actual periodo de sesiones. A partir de ahí, los grupos presentarán sus propuestas y confío en que esa ley esté aprobada en el Parlamento antes de noviembre.

Esta misma semana se ha aprobado en el Parlamento de Canarias la primera ley de España en materia de identidad y expresión de género.

Más allá del contenido mismo de la ley, cuyo calado y desarrollo iremos viendo, lo que más quiero destacar es el hecho de que haya sido aprobada por unanimidad. Hay pocos momentos tan emocionantes como el que hemos vivido en este pleno, donde todas las fuerzas políticas, pese a sus muchas diferencias iniciales, han sido capaces de sentarse a hablar y aprobar una ley que lo que hace es, básicamente, ampliar derechos. Cada vez que se amplían los derechos de una persona, se amplían los derechos de todas y todas, se hace más fuerte el sistema de libertades públicas. Este ha sido, probablemente, el momento más emocionante que he vivido en el Parlamento.

En estas últimas semanas se escucha de manera recurrente la palabra “recuperación”. ¿Podrá Canarias volver a ser como era antes?

Espero que no; yo espero que seamos mejores. La pandemia ha puesto de manifiesto nuestras fortalezas, pero también nuestras debilidades. Por eso creo que no debemos ser iguales, sino mejores, lo que significa realizar un análisis profundo de qué ha fallado y qué ha funcionado. Entre las cuestiones más inmediatas estaría, primero, la importancia de los servicios públicos, dónde hay que centrar los esfuerzos en materia pública y, en segundo lugar, un modelo económico que no puede depender solo del turismo. El turismo debe ser un motor económico importante; somos un destino top a nivel internacional y tenemos que seguir siéndolo, pero el turismo cambiará seguro tras la pandemia y Canarias tendrá que saber adaptarse a estas nuevas realidades, moverse con rapidez. Lo de que el pez grande se come al pequeño forma ya parte del pasado; hoy, el pez rápido se come al lento.

¿Ve viable el objetivo al que apuntan agentes del sector de alcanzar en verano de 2022 las cifras de turismo anteriores al COVID?

Tenemos que tener paciencia. Hemos pasado de un cierre absoluto a que, poco a poco, se esté produciendo una reapertura. Nadie sabe qué ocurrirá, pero lo que está claro es que será mejor que lo que hemos vivido en este último año. Veremos hasta qué punto somos capaces de recuperar los niveles anteriores, algo que no depende solo de lo que hagamos nosotros. Estamos en un mundo global donde las decisiones que adopten otros países, organizaciones internacionales o el contexto que se dé condicionarán también la velocidad de recuperación del sector.

¿Cree que el resultado de las elecciones en Madrid es un aviso a navegantes, una circunstancia extrapolable a otros territorios y/o al conjunto nacional?

Creo que cada territorio tiene su idiosincrasia y sus circunstancias. Ni es extrapolable al resto de España el resultado en Cataluña, donde el PSOE quedó primera fuerza y otras formaciones han quedado casi en la irrelevancia parlamentaria, ni creo que el triunfo de Ayuso en Madrid sea extrapolable más allá de Madrid. Ahora debemos centrarnos en la recuperación del país y ya llegará el momento en que la ciudadanía ponga nota al Gobierno de España.

Usted preside CALRE desde enero de 2020 y resultó elegido en el cargo para este 2021. De la experiencia de este casi año y medio al frente de esa conferencia, ¿qué podría decir sobre cómo es vista Canarias por Europa?

Sorprendentemente, mejor de lo que yo al principio creía. Es mi primera responsabilidad a nivel internacional y tengo que decir que la idea que se tiene de Canarias en Europa es muy positiva. Somos muy conocidos más allá de nuestra condición de destino turístico. Me he encontrado con que este es un territorio profundamente europeísta en comparación con otros continentales. Esta responsabilidad me ha hecho ver el carácter profundamente europeo que tiene Canarias.

¿Ejecutará Canarias los 630 millones de euros que le corresponden de los fondos europeos?

Esperemos que sí. La buena noticia es que esos fondos existen y dependerá de muchas circunstancias alcanzar un nivel alto de ejecución, pero espero que todos pongan de su parte para que así sea.

¿Se conoce y entiende en Europa la gravedad de la cuestión migratoria en Canarias?

Hay que explicarla. No creo que sea una “cuestión migratoria en Canarias”; creo que la Unión Europea tiene un problema por resolver: sus políticas de fronteras y sus políticas migratorias. Ocurre en Alemania, que también tiene presión migratoria, la tiene Francia y otros países de la Unión, pero no hay una respuesta común en fronteras que hasta ahora haya funcionado. Creo que ese es el reto.

Un mensaje breve a los lectores por el Día de Canarias.

El mensaje es de optimismo. Hace un año estábamos empezando a salir a la calle después de muchas semanas de confinamiento y ahora, si no pasa nada, estaríamos al final de esta situación. La vacunación era casi ciencia ficción hace un año y hoy es una realidad, avanzando a buen ritmo. Antes de lo que esperamos habrá un alto nivel de inmunidad frente al virus, lo que nos permitirá mirar al futuro con esperanza y, sobre todo, que hemos salido juntos. También juntos deberemos afrontar este duro post COVID.