A nuestro Archipiélago, situado en el camino de la expansión del imperialismo europeo hacia los mercados africanos, asiáticos y americanos, la fotografía llegó pronto; a inicios de la década de 1840 ya la fotografía se había instalado en Gran Canaria y Tenerife, donde los miembros más destacados de la aristocracia insular y la colonia británica comienzan a disfrutar del consumo de imágenes que se había puesto de moda entre los sectores más acomodados de la sociedad isleña.

Los archivos de imágenes antiguas de las islas, en especial el de la Fedac, dependiente del Cabildo de Gran Canaria, ofrecen un recorrido único por la incipiente actividad industrial del Archipiélago. El cultivo del plátano y otros productos agrícolas, la explotación de la cochinilla, la elaboración de tabaco o el desarrollo del transporte, entre otras, ofrecen un curioso recorrido sobre la evolución del tejido empresarial del Archipiélago canario durante el siglo pasado, cuando el turismo no era más que un negocio casi anecdótico. De hecho, su crecimiento posterior provocó la desaparición de muchas de aquellas actividades pioneras.