Entrevista | Basilio Valladares Presidente de la Fundación Canaria para el Control de las Enfermedades Tropicales
Basilio Valladares (científico): "La labor de los centros de vacunación internacional es fundamental y debería ser obligatorio visitarlos"
El presidente de la Fundación Canaria para el Control de Enfermedades Tropicales considera primordial la vacunación en un mundo cada vez más globalizado

Basilio Valladares en la entrada del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias de la ULL. / Arturo Jiménez

Basilio Valladares es catedrático de Parasitología de la Universidad de La Laguna (ULL) y en 2024 recibió Premio Canarias de Investigación e Innovación por su contribución a la investigación parasitológica. Promovió la creación de la Fundación Canaria para el Control de las Enfermedades Tropicales para impulsar precisamente los proyectos del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, que se encuentra muy involucrado en la vacunación para viajeros, una gestión que considera primordial en un mundo cada vez más globalizado.
¿Qué es lo primero que tiene que hacer un viajero que se dispone a realizar un viaje a un país tropical este verano?
En primer lugar, hay que pasar por el médico de cabecera. Obviamente, no estamos hablando de viajes a Madrid o a Roma. Pero sí existen determinadas zonas, sobre todo del ámbito tropical, como países de Sudamérica, África o Asia, en las que son necesarias las vacunas para poder visitarlos. Hay sitios preciosos y que vale la pena ver. Por eso es fundamental acudir al médico de cabecera, para hablar de los problemas de salud propios y, luego, ir a Sanidad Exterior para abordar la profilaxis y vacunación de cara al viaje.
Más allá de los viajes a países exóticos, la vacunación es una herramienta indispensable para garantizar la seguridad sanitaria de la población.
Claro. Yo soy un defensor a ultranza de la vacunación. Siempre digo que hay dos cosas que han hecho avanzar la salud en el mundo. La primera fue lograr la potabilización del agua y la otra fue el desarrollo de la vacunación. De hecho, han desaparecido una gran cantidad de enfermedades gracias a esos dos avances. Con la vacunación hemos logrado erradicar la viruela y ahora estamos a punto de lograr que desaparezca la polio. La vacunación es fantástica e indispensable y por eso la defiendo por encima de todo. Ahora parece que se ha puesto de moda ir en contra de la vacunación pero a mí me parece una irresponsabilidad no vacunarse.
«Dos cosas han hecho avanzar la salud mundial: la potabilización del agua y el desarrollo de las vacunas»
¿Está generando esa moda de no vacunarse, como usted la llama, un momento complicado por el peligro de que se extiendan ciertas enfermedades?
Cualquier medicamento, hasta la más humilde de las aspirinas, tiene efectos secundarios. Las vacunas, como todos los medicamentos, a alguna que otra persona le puede generar algún problema. Pero ante todo tipo de medicamentos hay que hacer un balance costo-beneficio. En el caso de las vacunas, es abismal el beneficio que ofrecen frente a su coste. Por eso no puedo más que aconsejar a la gente que se vacune. Vivimos en un mundo totalmente globalizado y hay enfermedades que están viajando con las personas a una velocidad descomunal por lo que nos encontramos con enfermedades en regiones en las que antes no estaban presentes. En el Instituto de Enfermedades Tropicales estudiamos precisamente todos esos casos. Pero por el otro lado, por el lado de los que viajan, considero que es fundamental realizar ese proceso de vacunación con seriedad porque no cumplir con ese requisito puede ocasionar problemas en nuestro lugar de origen.
Exacto. Se trata de vacunarse para salir al extranjero pero también para volver a nuestra casa y no contagiar a nuestros vecinos con enfermedades importadas.
Sí, hay que asegurarse. Aunque también es verdad que muchas de esas enfermedades que se cogen de viaje es complicado transmitirlas luego en nuestro entorno. Y eso se debe al alto nivel sanitario que tenemos en España.

El científico Basilia Valladares. / Arturo Jiménez
¿Qué importancia tiene que el viajero permanezca atento a posibles síntomas tras regresar de sus vacaciones, a pesar de haberse vacunado?
Existen ejemplos muy claros, como la esquistosomiasis, que se puede contraer al bañarse en ríos o lagos en los que hay unos gusanos que entran en nuestros cuerpos a través de la piel. Se puede notar la piel enrojecida unos días y luego desaparece, hasta que seis o siete meses más tarde el paciente empieza a orinar sangre. Al realizar los análisis y comprobar que no se trata de una infección urinaria, el diagnóstico se complica. Sin embargo, si al médico se le informa de que se ha viajado al extranjero y se ha podido estar en contacto con esos gusanos, el tratamiento es bastante sencillo. La filariosis también tiene un periodo de incubación muy largo pero en el caso de la malaria, es más corto. Por otro lado, en el caso de la malaria, la profilaxis pasa por tomar una serie de pastillas antes, durante y después del viaje, y no se puede fallar en la ingesta.
Actualmente, ¿existe alguna enfermedad que le preocupe a usted como experto y dada la gran cantidad de viajes que se están produciendo?
Sí, existen enfermedades transmitidas por ácaros que están en alza. Está la malaria y, sobre todo, el dengue, que se está extendiendo por todo el mundo. Luego, hay otras muchísimo menos frecuentes, transmitidas por garrapatas o pulgas, que también están dando guerra. También hay que tener en cuenta las enfermedades que se pueden trasmitir a través de la ingesta de alimentos o de agua que no está potabilizada. Aunque en prácticamente todos los países ya existe agua embotellada, es preocupante la irresponsabilidad con la que actúan algunas personas. Estar en pantalón corto y en chanclas, o en bikini, en determinadas zonas puede suponer un peligro. Como en las playas del Caribe, donde hay moscas que pueden producir miasis o mosquitos que transmiten el dengue.
«Con las medicinas hay que hacer un balance costo-beneficio. Con las vacunas, el beneficio es abismal»
Y en el caso concreto de Canarias, ¿es necesario tener en cuenta alguna enfermedad o algún aspecto en concreto debido a su localización?
Canarias se sitúa en una zona espectacular, con un clima único y que además no presenta las enfermedades que le corresponderían por el clima que posee. En la década de 1940 llegó a Canarias el científico Juan Gil Collado y eliminó los mosquitos de la malaria, y se llevó por delante también a los que transmitían la fiebre amarilla y el dengue. Además, ahora contamos con un sistema de vigilancia coordinado por la Dirección General de Salud Pública y ejecutado por el Instituto de Enfermedades Tropicales para garantizar que esos mosquitos no vuelvan a aparecer. Cada año llegan a Canarias algunos casos de dengue pero esas personas realizan la cuarentena en sus casas y no hay mayor problema. Mientras no tengamos personas que transmitan esas enfermedades, no tenemos problema. Así que nos encontramos en una situación privilegiada que debemos garantizar y mantener porque también beneficia a los viajeros que nos visitan. La seguridad sanitaria que le damos a los canarios, pero también al belga, al holandés o al inglés que nos visita sin necesidad de vacunarse, es incalculable. Contamos con una sanidad pública espectacular, aunque la gente proteste por las listas de espera. Y también contamos con una muy buena sanidad privada.
En ese sentido también depende del tipo de viaje que se haya contratado, porque no es lo mismo un viaje organizado que ir de mochilero, por ejemplo.
Efectivamente. Pero en cualquiera de los casos lo primero que hay que hacer es acudir a Sanidad Exterior. Eso es fundamental. El viajero debe examinar su propia salud. ¿Soy diabético? Pues tendré que viajar siempre con una nevera para llevar mi insulina. ¿Tengo un problema cardíaco? No voy a poder subir una montaña… Después de acudir a nuestro médico de cabecera también debemos preparar un pequeño botiquín y, luego, acudir a Sanidad Exterior y relatar con detalle el viaje que vamos a realizar. Porque existen países en los que si no contamos con la vacunación adecuada, directamente no nos van a dejar entrar. Es el caso de la fiebre amarilla, porque en algunos países nos van a pedir la cartilla de vacunación para confirmar que nos la hemos puesto y, de lo contrario, no nos dejarán acceder. Pero no solo se trata de vacunas, también de medicamentos que habrá que tomar antes y después de volver de ciertos lugares.
En su opinión, ¿en qué situación se encuentran las oficinas de Sanidad Exterior en Canarias?
Te voy a hablar de Tenerife, que es lo que yo conozco. En Tenerife contamos con tres médicos extraordinarios. Son tres mujeres que funcionan a la perfección y por eso no hay lista de espera en la Isla. Así que para vacunarse aquí no hay problema. Además, ellas realizan una muy buena labor en todo lo relacionado con los consejos al viajero. Son unas profesionales, las conozco personalmente, y de hecho desde el Instituto de Enfermedades Tropicales las invitamos a impartir conferencias porque nos interesa que la gente conozca el funcionamiento de este departamento y la necesidad de viajar de forma segura. Aquí no hay problema de lista de espera porque lo tienen todo perfectamente organizado. Y al mismo tiempo, te dan consejos, cómo vestirse, qué enfermedades se podrían contraer a pesar de llevar a cabo todos los cuidados… Es una labor fundamental y yo diría que debería ser obligatoria pasar por esta oficina.

Basilio Valladares durante la entrevista. / Arturo Jiménez
¿Sigue siendo necesario, por tanto, formar al viajero para que realice desplazamientos seguros?
Sí, hay que formar al viajero, pero también a los profesionales. Hay que informar a los estudiantes de la Facultad de Farmacia, por ejemplo. Los farmacéuticos deben saber perfectamente cómo hay que gestionar estos viajes.
Habla en todo momento de llevar a cabo estas gestiones con calma, porque llevan tiempo.
Es fundamental. Muchas enfermedades se pueden coger fuera y los síntomas no aparecen al día siguiente, sino al mes. Por eso, si tenemos que acudir al médico, es importante explicarle en qué países hemos estado. Además, el viajero debe saber que, si va a Sanidad Exterior, no lo va a resolver todo en un día, sino que hay que prepararlo con antelación. Para que la vacuna tenga efecto es necesario que pase cierto tiempo y que el sistema inmune reaccione. Si vamos a viajar a Perú, por ejemplo, tres meses antes debemos acordarnos de nuestra salud.
«Aunque ya hay agua potable en prácticamente todos sitios, es preocupante la irresponsabilidad de las personas»
¿Tiene en cuenta Sanidad Exterior los consejos o valoraciones que realizan instituciones importantes en el ámbito sanitario, como es el caso del Instituto de Enfermedades Tropicales?
Sí, nosotros ofrecemos toda la información que podemos a las diferentes instituciones involucradas. Hacemos mucho hincapié en los grupos jóvenes y por eso nos gusta acudir a los colegios para explicarles a los chicos que van a empezar a viajar lo que deben hacer. Esa información es importante incluso cuando viajan por Canarias, porque no pueden ir haciendo el tonto con cosas tan simples como tomar el sol. Volviendo a Sanidad Exterior, sí, siempre ha habido buena relación, y se apoya en nuestras infraestructuras para realizar ciertos análisis.
¿Lleva a cabo Sanidad Exterior una actualización periódica de la situación sanitaria de cada país para modificar si es necesario el calendario de vacunas?
En el caso de Canarias, que es el que conozco, sí se hace. Me han hablado de problemas en otros lugares, pero porque los profesionales no se preocupan como se preocupan los que trabajan en las Islas.
Además de las vacunas adecuadas, el viajero también debe garantizar una estancia segura con seguros de viaje.
Siempre que se salga fuera del país yo aconsejo, no solo un seguro, sino un muy buen seguro.
«Siempre que se vaya a realizar un viaje a un país extranjero yo aconsejo, no solo un seguro, sino un muy buen seguro»
Comentaba usted que esta vacunación es cada vez más necesaria por la cantidad de desplazamientos que se realizan. Precisamente esa moda de los viajes, ¿diría que es pasajera o que ha llegado para quedarse?
Creo que ha llegado para quedarse. Existen estudios que hablan de que, mientras en el siglo XX se movieron en el mundo 50 millones de personas, se calcula que en este siglo se van a producir entre 2.000 y 2.500 millones desplazamientos, lo que se traduce en que la tercera parte de la población mundial se va a trasladar de un país a otro en algún momento. Imagina el zaperoco que se va a montar.
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